Intercambiaron la letra «a» por la «o» para que no fuera tan evidente, pero Wolrus (nombre derivado del clásico I am The Walrus de The Beatles) apuesta por el clasicismo rock desde su bautizo. Se trata del proyecto arrancado por el ex The Virginals Miguel Puig y Graham Summer, que camina por el folk-rock de estirpe clásica. Ahora, con la unión de Joky (ex The Virginals) y Ramón Saleta (ex Meu) son ya una banda. Esta noche a las 22.30 actúan en la sala Mardi Gras. La entrada cuesta 5 euros.
Para atender a La Voz, Miguel Puig pulsa el pause del deuvedé de Wilco que está viendo con sus compañeros.
-¿Es Wilco un referente?
-Nos gustan, pero tampoco queremos hablar de referencias. A cada uno nos tiran cosas diferentes, pero tenemos en común el gusto por la música de los sesenta y los setenta.
-La mayoría de los seguidores de esos sonidos que no se entusiasman con los grupos actuales, adoran a Wilco.
-Hombre sí. A mí, Wilco personalmente me gusta bastante.
-Les hemos fotografiado junto a John Lennon. A la vista de lo que se puede escuchar en Myspace no creo que haya problemas para asignarles el parentesco.
-Sí, esas canciones son anteriores a la banda y yo soy muy beatlemaníaco. Luego, las de Graham, tienen un toque más americano y country. Pero claro, para mí los Beatles son una referencia, la primera de todas.
-¿McCartney o Lennon?
-Musicalmente, en cuanto a ideas, el líder de los Beatles yo creo que era McCartney. Después la unión de esas cuatro personalidades fue lo que los hizo tan grandes. Porque McCartney en solitario tiene mucha porquería.
-¿Wolrus inicialmente nacieron en plan cantautor?
-Cuando se terminaron los Virginals me compré un pequeño estudio casero y, claro, salían cosas tranquilas. Luego Graham y yo nos juntamos con Joky y Saleta y lo hicimos todo más rock n' roll. Se verá en el directo.
-¿Se ven cercanos a grupos como The Sunday Drivers?
-No, para nada. Ahora mismo para mí son demasiado pop. Me gustaban más hace unos años. Yo, si tengo que decirte las cosas que me tiran, son el rollo San Francisco de finales de los sesenta, Crosby, Still & Nash, The Band, The Beatles...
-Son una banda nueva en una ciudad en la que existe cierta parálisis. ¿Por qué no surgen tantos grupos como hace un lustro?
-La verdad es que no lo sé. No me entero mucho de lo que pasa por ahí, pero es cierto que hay pocos grupos. En Vigo hay mucho más. Es curioso, pero no estoy nada en la onda.
-Tampoco están en la «onda sonora» actual.
-No, no somos modernos [se ríe]. Tampoco buscamos triunfar ni nada. Tocamos porque nos gusta hacer canciones.
-Dígame un disco que haya descubierto últimamente.
-El Deja Vu de Crosby Still Nash & Young.
-¿Y un concierto que le haya entusiasmado?
-Paul McCartney, en Londres. Está muy en forma. Toca tres horas y, de penúltima, te mete un Helter Skelter que lo canta en el mismo tono que hace 40 años.