El derbi militar más solidario

A CORUÑA

Dos unidades de la Guardia Civil de A Coruña y Pontevedra juegan un partido como homenaje a dos compañeros muertos

17 sep 2009 . Actualizado a las 21:36 h.

El campo de A Grela fue el escenario ayer de un encuentro entre dos unidades de la Guardia Civil de A Coruña y Pontevedra, que recordaron jugando al fútbol a dos compañeros fallecidos. Desde el principio los organizadores del evento dejaron claro que lo de menos era el ganador y por esa razón prepararon dos trofeos idénticos. Ni siquiera se barajó la posibilidad de llegar a los penaltis tras el empate a cuatro goles con el que acabó el encuentro.

En lo que sí hubo mucho empeño fue en recordar a los dos guardias que pertenecían a su grupo y que fallecieron en los dos últimos años cuando todavía no habían cumplido los cuarenta años. Uno de ellos era Ramón González Cabaleiro, del que sus compañeros recordaron ayer con más énfasis lo que disfrutaba viendo buen fútbol, aunque también que perdió la vida en un accidente desgraciado en Ferrol cuando, en pleno temporal, descendió de un helicóptero para llevar a cabo un rescate.

Accidentes

Fue el mes de febrero del año pasado, cuando su unidad aún no había superado la muerte de otro de los suyos: Carlos Castro Piñeiro. Este agente tuvo un final más injusto si cabe, ya que a pesar de jugarse la vida en las operaciones marítimas a diario fue un coche el que le causó la muerte en la carretera nacional a su paso por Aranga. «Estaba en su día libre, fue una pena», se lamentaba ayer uno de los guardias en la grada del campo de A Grela sin dejar de sacar fotos para inmortalizar un encuentro en que hubo tiempo para recuerdos, goles que alegraban a los dos equipos y reivindicaciones.

Por una tarde entre los miembros del servicio marítimo de la Guardia Civil no hubo escalafones y solo ganas de rememorar los buenos momentos a base de tantos, y el primero llegó en el minuto uno.

La formación de guardias de A Coruña jugó de verde, mientras que la de Pontevedra se decantó por un naranja chillón, pero todos terminaron vistiendo una camiseta con el lema «apoyamos hasta la médula» para dar ánimos a los enfermos de leucemia y concienciar al resto de la población sobre la importancia de ser donantes.