«No sé quienes son». De este modo se refirió el concejal de Fiestas, Carlos González-Garcés, a la organización juvenil del BNG Galiza Nova. Un día antes, los nacionalistas habían criticado duramente su actuación dentro de las fiestas de este este año acusándolo de realizar «unha pésima xestión» y de tener «un claro problema de percepción social á hora de elaborar o programa».
Sin embargo, en esta ocasión el responsable municipal de Fiestas eludió responder a las críticas. Recientemente señaló que la asistencia a los actos estaban superando lo esperado y que esos números avalan su gestión. En la presentación de la Feria de los Continentes, indicó que la satisfacción suya es compartida por el alcalde.
«Estoy encantado -declaró entonces-. Yo no puedo decir nada más. Y el alcalde está encantado. Todo es una felicidad. Lo más importante es que el alcalde está muy satisfecho y yo creo que tiene motivos para estarlo, entre ellos porque ha elegido un maravilloso concejal de Fiestas».
Garcés también aludió al apoyo de Losada en lo relativo al Noroeste Pop Rock. «En un año de crisis ha mantenido el Noroeste», señaló entonces. Las más de 100.000 personas que, según la organización, se congregaron en el arenal de Riazor durante los tres días de festival son el aval presentado por el edil.
Sin embargo, los nacionalistas, se mostraron críticos con la intervención de Raphael o de El Consorcio: «Se ben si que pode ter un público amplo na cidade, e teñen toda a lexitimidade para formar parte do cartel das festas, ocuparon un espazo que debe estar reservado especialmente para a xente nova».
Toros
Uno de los aspectos en los que Galiza Nova se mostró más crítica es en lo relativo a la feria taurina. Los nacionalistas cargaron con la «insistencia por parte do grupo socialista coruñés por continuar financiando un espectáculo tan rancio e profundamente españolistas como é todas tourradas e ao que moi pouca xente acode pagando unha entrada do seu peto».
Sobre la polémica taurina ya se pronunció González-Garcés en fechas recientes. Asoció al nacionalismo con las posturas anti taurinas. Entonces dijo «estar harto» de ellos y precisó que era «un defensor acérrimo de la fiesta de los toros, aunque solo sea por contrarrestar ciertas actitudes de quienes intentan imponerlo todo, desde el idioma al gusto cultural de la gente», en referencia a los sectores nacionalistas a quienes acusó de pretender limitar la libertad imponiendo un idioma.