Barrenderos con sistema GPS

La Voz

A CORUÑA

15 may 2009 . Actualizado a las 02:21 h.

Más de sesenta carritos. «En cuestión de quince días, o tres semanas a lo sumo, estarán en la calle. Ahora mismo estamos preparando el dispositivo», explica Jorge Pérez , jefe de servicios de Cespa, empresa concesionaria del servicio de limpieza de A Coruña. Se refiere a los 62 nuevos carritos de los barrenderos coruñeses, que llevarán incorporada una caja estanca del tamaño, más o menos, de la mitad de una caja de zapatos, con una batería y con el sistema que registra su ubicación. «Cada minuto recibiremos la señal con la posición exacta», apunta Pérez, que considera que el nuevo y moderno sistema permitirá «certificar ante el Ayuntamiento el trabajo que se ha realizado. Sabremos si un operario pasó o no por una calle determinada», comentan desde la empresa. Además de alta tecnología, los carritos llevarán dos cubos, lo que se traduce en mayor capacidad o que uno de ellos sea utilizado para colocar las indispensables herramientas. Sí, porque lo que todavía no hace ningún programa informático es pasar la escoba por la aceras.

Dedicada a un profesor único. Cuando pasen por la calle que desde ayer lleva el nombre de Luis Díaz González , entre Manuel Murguía y Arquitecto Rey Pedreira, piensen en todo lo que les voy a contar sobre este catedrático coruñés fallecido en 1983 y al que sus muchos amigos conocían con el cariñoso apodo de Paquete . También le llamaban así las distintas generaciones de alumnos, entre los que se encuentran Paco Vázquez , Moncho Núñez o Carlos González Garcés , que formó en los Maristas, Salesianos, Terciarias. Compañía de María o la Academia Galicia. «Gracias a Luis me gustan las Matemáticas», apunta Garcés, que fue el encargado de presidir el acto de bautismo de la nueva calle. Obtuvo la cátedra de Física y Química en un mal año, en 1936, y en la Guerra Civil combatió con el bando republicano. Fue condenado a muerte, pero le conmutaron la pena por trabajos forzados, que cumplió en el Valle de los Caídos y en Lavacolla. Tuvo que esperar más de cuarenta años para que le restituyeran la cátedra y murió en 1983 de manera repentina cuando empujaba su coche, que no le encendía. Lo dicho, piensen en este gran profesor cuando pasen por su merecida calle. Al acto acudió la viuda, Carmen Cabanela , tres hijos, Daniel , Celsa y Luis , nietos y hasta un bisnieto. También asistió la directora del Eusebio da Guarda, el último centro en el que trabajó, y representantes de los otros colegios en los que dejó un huella imborrable.

El fotógrafo argentino ganador del concurso Revela 200 8, y recientemente del World Press Photo, presentó en Oleiros el trabajo realizado con la bolsa de 12.000 euros con que fue galardonado. Walter Astrada , que se interesa especialmente por el tema de la violencia contra las mujeres, eligió el Congo para realizar su trabajo documental, en el que se centró en el tema de las violaciones como arma política. «Allí las mujeres tienen un estigma enorme, ya que después de violadas son expulsadas de su pueblo», cuenta.

Y también en Oleiros. En el café Bitácora, de Santa Cristina, se presentó una exposición itinerante y benéfica organizada por Ron Brugal en colaboración con National Geographic. El objetivo es destinar lo recaudado por la venta de fotografías a la fundación creada por la firma ronera para ayudar a los más desfavorecidos de la República Dominicana.