La intensidad media diaria de vehículos en la AG-55 ha pasado de 7.000 a 14.620 desde la implantación del peaje, el 30 de diciembre de 1997, un aumento continuado que ha ido parejo al descenso de las movilizaciones sociales en contra del cobro. Hoy se cumplen, por tanto, 11 años desde que se hizo efectiva la concesión de la autopista A Coruña-Carballo y empezaron a funcionar las cabinas. La efeméride coincide con la puesta en servicio del sistema de telepeaje, que estará operativo a partir de mañana.
En la AG-55 hay tres estaciones de control del tráfico que, junto a las situadas en los enlaces con la AC-552, permiten realizar un seguimiento de los vehículos que se desplazan a diario entre la capital de Bergantiños y A Coruña. El punto más concurrido de la autopista es la conexión con la vía comarcal y la A-6, en Arteixo, por donde pasan una media de 17.885 coches al día. Pero esa cifra se eleva hasta 20.016 en la glorieta de Sabón.
Los números no son muy inferiores al otro extremo de la AG-55, en Carballo, donde se sitúan las otras dos estaciones de control. Según los datos que maneja Política Territorial, en el enlace de Bértoa confluyen 12.549 vehículos, y en el de la carretera de Malpica, 11.725. El punto de más tráfico se sitúa en la salida sur, en dirección a Coristanco por la AC-552, por donde circulan cada día 15.983 turismos.
De los datos recopilados también llama la atención la relevancia del tráfico pesado en Carballo, que supera incluso el registrado en la glorieta de Sabón.
El viernes es, con diferencia, el día de mayor tránsito por la autopista A Coruña-Carballo en todo su recorrido. El año pasado -el último del que existen datos- se contabilizaron una media de 21.843 vehículos en Arteixo, en tanto que en las estaciones carballesas rondaron los 15.000. Por meses, la época de mayor intensidad de circulación se sitúa entre junio y septiembre.
Los datos de tráfico motivaron hace ya 18 años la decisión de la Xunta de construir una vía de alta capacidad entre ambas localidades. El primer tramo, entre A Coruña y Cabovilaño (A Laracha), fue utilizado de forma gratuita desde su apertura, en 1993, hasta el 30 de diciembre de 1997, pero la puesta en servicio del segundo trecho, hasta Carballo, trajo consigo la implantación de un peaje que se actualiza al alza -excepto entre A Coruña y Arteixo, donde lleva tres años estable- cada 1 de abril.