La tarde más coruñesa de la princesa de Asturias

Pablo Portabales pablo.portabales@radiovoz.com

A CORUÑA

19 sep 2008 . Actualizado a las 11:51 h.

Primera visita. «¿Quién viene?», me pregunta una señora a las puertas del Teatro Colón. Son las seis menos cuarto de la tarde, y le contesto: «Letizia, la princesa». «A ver si la vemos», responde esta despistada mujer. A esa hora ya había decenas de personas, conocedoras de la noticia de la primera visita en solitario de la esposa del Príncipe, agolpadas tras las vallas instaladas por seguridad. También había gente apostada enfrente, delante de la cafetería Kirs y de la heladería Colón. Hasta las empleadas de la limpieza de la Subdelegación del Gobierno se asomaron al balcón para ver llegar a la madre de Leonor y Sofía que, por cierto, ayer estaba de santo. Tuvieron que esperar bastante, porque hasta la seis y media no se bajó del coche oficial. Muchos invitados famosos. Los 600 asistentes, obligados por protocolo, ocuparon sus asientos con media hora de antelación. El patio de butacas se llenó enseguida, y empezó la búsqueda de sitio por los palcos laterales. Por allí andaban Loida Zamuz o Tuco Cerviño buscando ubicación. Me gustó ver a todas esas personas que, día a día, colaboran con la delegación coruñesa de la Asociación Española Contra al Cáncer. Saludé a Palmira Ric , a Maca Pinto , a Santiago Suárez o María José Martínez e Isabel Russo , directora y subdirectora, respectivamente, del Eusebio da Guarda, un instituto que todos los años organiza distintos actos para colaborar con la asociación. Javier Ozores , más delgado; Carmiña Campos; María José Cebreiro , Rosa Otero , presidenta de las Amas de Casa, que dentro de unos días se va con un montón de socias a Nueva York; María Sande , de Begano. En la entrada del Teatro Colón me encontré con media Coruña poco antes del gran momento. Son las seis y media, y el público empieza a aplaudir. Llega doña Letizia. Todas las miradas . Letizia Ortiz acaparó todas las miradas. Solo hubo una persona que le restó un poco de protagonismo, Mercedes Milá , la presentadora que pasado mañana estrena la décima edición de Gran Hermano, fue una de las premiadas y no pasó desapercibida. Tampoco pasó inadvertida la modelo Sandra Ibarra , otra gran colaboradora en la lucha contra el cáncer. «No estoy nerviosa, pero estaré más tranquila cuando todo esto acabe», confiesa la presidenta de la asociación Elena Viturro, mientras acompaña a la princesa al escenario. En las butacas, mucha clase médica con la plana mayor Cobián, del Modelo, y Benigna Peña y su sobrino Javier, del San Rafael, además de destacados especialistas como Martelo o Chantada o la conselleira de Sanidade, también coruñesa María José Rubio . Un coruñés que subió al escenario fue el doctor Camilo Veiras , que acompañó a una de las premiadas. José Luis Méndez , Gerardo González Albor , José Manuel Romay Beccaría , Pablo Cobián , Macario Fernández-Alonso , Fernando González Laxe , Antonio Fontenla , Rafael Taboada o los empresarios Roberto Tojeiro o Luis Fernández Somoza también se sumaron al acto. Nadie se lo quiso perder. «¿Cómo va el Deportivo?», me pregunta el rector, José María Barja .

Tras el acto de entrega de becas, los invitados caminaron hasta una carpa instalada en los jardines de Méndez Núñez, bajo la que la empresa Boketé sirvió un cóctel estupendo. De nuevo surgió la duda entre el público. ¿Se acercará Letizia? Y vaya si se acercó. Saludó y estrechó la mano de todos los que la esperaban, y se dejó fotografiar. «A mí me saludó dos veces», presume una señora. Bajo la carpa, Letizia siguió con el guión de la normalidad. Como una más. La familia más feliz era la de Marisol Soengas , la coruñesa premiada por sus trabajos de investigación oncológica. Su madre, Alicia González , hasta se hizo fotos con la princesa. Para el tema fotográfico también fue muy demandada Mercedes Milá. Doña Letizia saludó a una vieja amiga coruñesa, Rebeca Quiroga , que hasta fue a su boda. «Yo salía con un chico que era muy amigo suyo. Íbamos al cine juntos, y Letizia fue la que me enseñó a comer con palillos chinos», recuerda. Hasta las nueve de la noche departió con todos. Se despidió de Touriño , Losada , Ameijeiras , Moreda y otras autoridades, y enfiló Linares Rivas. «Es muy guapa y encantadora. Le quedó muy bien lo de la nariz», sentenció finalmente una de las presentes.