La norma también contempla medidas para la actualización de rentas antiguas para evitar situaciones de acoso inmobiliario.
Otra de las novedades de la ley es la ampliación del capítulo de sanciones y el fuerte incremento de la cuantía de las sanciones. Las tipificadas como «moi graves», como los casos en los que el propietario de una vivienda sujeta a algún régimen de protección no resida habitualmente en ella, oscilarán entre 60.001 y un millón de euros.
Cambios en otros 29 artículos
La redacción inicial del texto levantó una polvareda en la Fegamp, si bien el trabajo con la consellería en el marco de la Comisión de Cooperación Local posibilitó el visto bueno de los alcaldes, después de la reforma de 29 artículos.