El renacimiento del teatro Colón, foto a foto

La Voz A. MAHÍA | A CORUÑA

A CORUÑA

Reportaje | Xosé Castro captó imágenes de los 4 años de obras

07 dic 2006 . Actualizado a las 06:00 h.

El ojo audaz del fotógrafo Xosé Castro no pestañeó durante los cuatro años que duraron las obras de remodelación del Teatro Colón. Con su cámara captó hasta el más mínimo detalle de unos trabajos que poco a poco cambiaron como de la noche al día el emblemático escenario coruñés. Xosé Castro se presentó en el teatro el 27 de agosto del 2002. Aquel día, una obra de Arturo Fernández bajaba el telón del antiguo escenario para proceder a la reforma. Y allí estaba el fotógrafo de La Voz de Galicia, hoy jubilado, para retratar el momento. A partir de entonces, periódicamente, Xosé Castro visitaba el Colón con su cámara al cuello para plasmar lo que allí iba sucediendo, desde los derribos que se han tenido que producir a todo tipo de instalaciones o mejoras que se fueron dando hasta la fecha. Poco o nada se escapó al ojo de Xosé Castro, desde los lavabos a los camerinos. Toda una radiografía en imágenes. Miles de tomas Son 120 fotografías, «escogidas de entre miles», las que se han tomado, según el autor. Todos los que visiten el remodelado teatro podrán verlas desde hoy. La exposición, a la que al fotógrafo le gusta denominar reportaje, se puede disfrutar en la planta baja del Colón, desde la entrada a los pasillos laterales. Para ello, la Diputación coruñesa ha dispuesto unas jornadas de puertas abiertas desde hoy al próximo día 12, con pases cada 15 minutos y en horario de 11.00 a 14.00 horas y de 17.00 a 20.00. Las fotografías que componen la exposición, de 50x70 y de 30x45, no sólo recogen la historia de una reforma casi al día, sino también «la historia de los comienzos de la fotografía digital». En su trabajo, Xosé Castro exprimió todo lo que podían ofrecer aquellas primeras cámaras digitales, hasta concluir su reportaje con las modernas máquinas. El fotógrafo dice que le «encanta hacer historia de la ciudad». Ya lo hizo con el teatro Rosalía de Castro y con la reforma de la plaza de Lugo. Para Xosé Castro, estos trabajos fueron distintos. Confiesa que al principio no le gustaba demasiado, «pero a medida que avanzaban los trabajos, me fui convenciendo de que eran sensacionales». En el capítulo de agradecimientos, el autor destaca la ayuda prestada por el personal de dirección de la obra.