Reportaje | Jornadas sobre energía y cocina Los cocineros Marcelo Tejedor y Toño Pérez ensalzan los avances realizados en el equipamiento de las cocinas
12 jul 2006 . Actualizado a las 07:00 h.¿Se imaginan un tomate morado que se pueda comer sin ningún temor? Una máquina llamada Gastrovac puede conseguirlo respetando las propiedades naturales del alimento. El cocinero gallego Marcelo Tejedor mostró ayer esta adquisición, en el marco de las jornadas de energía y cocina en el Museo de Arte Contemporáneo de Unión Fenosa. El chef de Casa Marcelo elabora con este equipo una de sus recetas preferidas, el coulant de tomate. Introduce en la máquina un tomate bañado en jugo de cualquier verdura, como por ejemplo remolacha. Y gracias a la magia de la ciencia, Gastrovac consigue un efecto esponja en una atmósfera artificial de baja presión y ausencia de oxígeno. Es decir, el tomate se tiñe de morado al abrir el poro del producto y absorber de manera natural el líquido de la remolacha. Tejedor completa el plato con un relleno de pil-pil, también cocinado al vacío. Claro que no habría sido posible este plato sin la ayuda de los investigadores de la Universidad Politécnica de Valencia. Las nuevas tecnologías han transformado la cocina. «Cuando los clientes ven los platos sobre la mesa, no se imaginan que se han utilizado máquinas para elaborarlos», presumió Marcelo. Pero no sólo los robots de cocina representan una revolución. Uno de los inventos más elogiados es la placa de inducción. Pese a que algunos cocineros como Marcelo Tejedor se resisten a abandonar el gas, otros, como Toño Pérez, del restaurante Atrio de Cáceres, elogian los beneficios de la vitrocerámica para poder regular la temperatura de los productos. «La incorporación de la electricidad en la cocina ha significado un antes y un después en la gastronomía», afirma. Los cocineros están atentos ante cualquier avance. Precisamente, empezó ayer en Granada la sexta conferencia internacional de cocina solar. ¿Podremos cocinar el tomate morado con la energía del Sol?