Una película muy popular

Carlos Fernández a coruña

A CORUÑA

Historias de A Coruña | Rodaje de «La familia... y uno más» En 1965, el mirador de Os Castros y el puerto acogieron la grabación de las primeras escenas de la famosa producción protagonizada por Alberto Closas

27 ene 2006 . Actualizado a las 06:00 h.

Tras el éxito, en la primera mitad de los años 60, de la película La gran familia , con Alberto Closas, Amparo Soler Leal, José Luis López Vázquez, Jaime Blanch y María José Alfonso, entre otros actores, dirigida por Fernando Palacios y producida por Pedro Massó, surgió la idea de hacer una segunda parte, titulada La familia ... y uno más , con casi los mismos intérpretes y alguno nuevo, como la italiana Rosanna Yani. La primera vuelta de manivela, así como otras escenas, se dio en A Coruña en la primavera de 1965. El argumento gira en torno a los problemas y vicisitudes de una familia numerosa, exactamente 15 hijos, muy en el estilo de las que prefería Franco, pues ya manifestó tras finalizar la guerra civil: «Necesitamos un España de cuarenta millones de habitantes para edificar un imperio», aunque él no predicase precisamente con el ejemplo, pues sólo tuvo una hija, Carmencita, futura marquesa de Villaverde y duquesa de Franco. La entrega de premios a las familias prolíficas tenía lugar el día de San José en El Pardo, con asistencia de varios ministros. El presupuesto del filme fue de 7,5 millones de pesetas y el guión y argumento eran de Rafael J. Salvia, Pedro Massó y Antonio Vich, con música de Adolfo Waitzman. Entre los lugares de rodaje destacaron el mirador de Os Castros, el puerto y las playas. 7,5 millones de pesetas Alberto Closas, que interpretaba a César Alonso, el padre de la gran familia , era ya un actor cotizado y entonces cobraba más de medio millón por película. Orestes Vara, periodista de La Voz, le entrevistó en la terraza del Hotel Finisterre, que era donde se alojaba. Primeramente definió al señor Alonso: «Es un hombre canoso, como usted me ve, pues me he teñido el pelo para ello. Es un padre de familia numerosa. Respecto a la película anterior, se ha muerto la abuela y la madre, o sea, mi esposa (Amparo Soler Leal) y ahora sólo le importan sus hijos». Un padre viudo y de buen ver, se supone, que le acecharán las tentaciones (en este caso, Rosanna Yani). Responde Closas: «No son precisamente tentaciones las que se me presentan, sino proposiciones para que me vuelva a casar; pero Alonso no tiene otras apetencias, cosa por otra parte muy natural porque sus hijos son quince y hay que mantenerlos. La película refleja claramente la vida de la clase media española, la nuestra, y creo que llegará al público». Closas señala que en el teatro es su propio empresario, su director y que se explota a sí mismo. En cambio en el cine «se alquila». «El teatro -añadía- tiene más calor y dificultades que el cine y el actor se hace de verdad trabajando en él. Yo no pienso demasiado en el dinero, aunque quiero vivir holgadamente de mi profesión y estoy dedicado a ella por entero». Posteriormente reconocía que estaba «muy viajado». «Estoy de vuelta de todo -apuntó--. He sido un 'petardo' famoso y ahora hay que tocarme la marcha de las trompetas de Aída para levantarme. Para mí el cine y el teatro son vida y la vida es una comedia... En una hora y media, aproximadamente, damos una historia en la que el hombre pasa por estados de ánimo: comicidad, tragedia, etc. En la vida parece como si se perdiera tiempo». Respecto a la suerte, manifestaba Closas: «La suerte hay que buscarla y merecerla. Es una señora a la que hay que buscar, en efecto. Yo conozco gente con enormes méritos que no tiene ni pizca de suerte. Las hay, en definitiva, con estrella y estrellados. Llegar es más fácil de lo que parece; mantenerse es lo verdaderamente difícil. Y conseguirlo a lo largo de los años, que estos pasen y uno se mantenga, más.