Galleguita y cantaora

Carlos Fernández A CORUÑA

A CORUÑA

Personajes coruñeses | Matilde Giménez

17 ene 2005 . Actualizado a las 06:00 h.

La llevó a la popularidad el famoso concurso de Radio Nacional de A Coruña Desfile de estrellas (donde obtuvo el segundo premio). Sorprendió que una coruñesa interpretase tan bien el flamenco. En una entrevista, confesó: «Me gusta cantar a mi tierra, pero desde pequeña sentí la llamada del flamenco; es lo que yo siento. Es una forma de expresión, un desahogo del alma». En 1962, Matilde Giménez, ya conocida como La Galleguita , debutó en el Teatro Victoria, de Barcelona, y desde entonces no paró de trabajar. Cantó con los más grandes de la canción española, de la copla, como Juanito Valderrama, Manolo El malagueño , formó pareja con el gran artista jerezano Juan Torres. Le acompañó a la guitarra José María Parra Parrita , quien la comparó con artistas como Miguel Poveda, Manuel Ávila y Niña de la Puebla . También estuvo tres años en la compañía de Pepe Marchena. Matilde hizo popular la canción Mi perra y grabó numerosos discos, con reputadas casas discográficas, como la Belter. Uno de ellos llevaba por título Galicia flamenca . También incluyó la famosa canción Morriña , compuesta por el maestro Eduardo Diehl. Matilde La Galleguita triunfó en toda España en las décadas de los 60 y 70 especialmente, pero donde fue un verdadero ídolo sería en Cataluña, donde incluso contó con una peña flamenca con su nombre. En sus actuaciones en Televisión Española renunciaba al uso del play back , pues lo consideraba una adulteración, además de un engaño al público. Actuó, asimismo, en varios países europeos, como Francia, Suiza y Alemania, cantando especialmente para los emigrantes gallegos y andaluces. Emoción En una entrevista publicada en La Voz a comienzos de los años 80, con motivo de su veraneo en A Coruña, comentaba La Galleguita: «El flamenco no se puede definir, pues cada uno lo interpreta como lo siente. Un fandango bien cantado, por ejemplo, es un cante grande. Define el sentir de un pueblo y emociona. Para mí, Negra sombra es un cante grande y no es arte alguna baratija cantada en gallego de las que se oyen por la radio». Entonces, Matildita, casada y con dos hijos, decía que no soportaba bien el alejamiento de las tablas. «Cantar -explicaba- es mi forma de expansionarme, mi válvula de escape, el arte que necesito y me gusta».