El Ayuntamiento intentará convertir el Acuario en museo nacional

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A CORUÑA

El director de la Casa los Peces se marca como nuevo objetivo lograr este reconocimiento estatal

08 feb 2003 . Actualizado a las 06:00 h.

No se cansa de pedir. Y hace bien, porque sus ruegos suelen ser atendidos. Tras conseguir que una empresa privada invierta casi tres millones de euros para construir el nuevo sistema de captación de aguas del Acuario, Ramón Núñez, director del recinto, busca el reconocimiento estatal para la Casa de los Peces. Quiere que el Finisterrae sea declarado Museo Nacional del Atlántico. Será el gobierno local el que canalice esta petición, que revestiría de prestigio al Aquarium coruñés y también le concedería un mayor respaldo económico. Aunque este tipo de recintos culturales se asocian a Madrid, donde es cierto que la mayoría tienen su sede, Núñez recuerda, a bote pronto, que el Museo Nacional de Escultura está en Valladolid. Y propone al Gobierno un doble gesto ecológico consistente en declarar Museo Nacional del Atlántico a la Casa de los Peces y Museo Nacional del Mediterráneo al Oceanográfico de Valencia, que es el mayor acuario de Europa. Buenas relaciones «En la práctica ya somos el Museo Nacional del Atlántico», argumenta Núñez, quien recuerda que el coruñés es el único recinto que reproduce las características de la costa gallega. «Nos hemos convertido en todo un símbolo mundial después del vertido del Prestige », sigue detallando el director del Acuario, y para probarlo alude a los numerosos medios de comunicación y recintos culturales de todo el planeta se han preocupado por la crisis de la Casa de los Peces. Considera el director del Aquarium que el Gobierno tiene que entender que «igual que existe un patrimonio histórico o pictórico hay uno natural, y que para conservarlo es necesario educar a las gentes con instituciones como la nuestra». Las buenas relaciones entre el Ayuntamiento coruñés y el Gobierno, escenificadas en el Consejo de Ministros celebrado en María Pita, facilitarán que los deseos de Núñez se conviertan en realidad.