Joni Barroso celebra el Día de la Madre en el Pazo Libunca con una propuesta que aúna raíces y vanguardia
El chef segoviano diseña un menú degustación exclusivo que combina sabores gallegos y castellanos en un entorno lleno de historia y elegancia
El chef Joni Barroso, que lidera la cocina del restaurante del Pazo Libunca, ha diseñado un menú especial para celebrar el Día de la Madre este próximo 4 de mayo. Fiel a su estilo, Barroso ofrece una propuesta donde tradición y vanguardia se encuentran, en un homenaje a los sabores del Atlántico y la esencia castellana.
La experiencia comienza con dos aperitivos llenos de frescura y textura: un tartar de atún con crujiente de alga y compota de manzana, seguido de una sabrosa croquetita de navaja de la ría, auténticos bocados que conectan con el producto local.
Como primeros, el chef presenta una refinada vichissoise con chutney de pera y anguila ahumada, y un taco de panceta a baja temperatura con plátano y cuscús especiado, dos platos que combinan técnicas de cocción lenta y un interesante juego de dulzura y especias.
En el apartado de pescado, la propuesta es un pulpo en tempura con cremoso de boniato, emulsión de kimchi y rúcula, donde el crujiente de la tempura y la intensidad del kimchi aportan modernidad al producto gallego por excelencia.
Como carne, Barroso apuesta por unas carrilleras de cochinillo con curry rojo, mantequilla de coliflor y noodles fritos, un plato de sabor profundo y especiado, equilibrado con la suavidad de la coliflor.
El final dulce llega con una tarta de la viña con chocolate, coulis de mango y helado de maracuyá, un broche de oro que combina cremosidad, acidez y dulzura tropical.
El menú, que incluye también maridaje con vinos seleccionados de Rioja, Ribeiro y Rías Baixas, tiene un precio de 68 euros, bodega incluida. Además, se ofrecen alternativas de menú infantil para facilitar la celebración en familia.
En palabras del propio chef, «buscamos ofrecer una experiencia completa que conecte con los sentidos y las emociones», en un espacio único como el Pazo Libunca, que combina historia, arquitectura modernista y hospitalidad gallega.
