Luis Enrique llegó al Celta con una idea clarísima de juego. Le gusta que sus equipos sean protagonistas, que tengan el balón, pero a veces el rival también lo quiere y hay una guerra en la que manda el equipo con mejores jugadores. Creo que ha conseguido que el Celta siempre lo intente, y ese es un buen síntoma, pero siendo conscientes del equipo que tienes enfrente. La idea general del Celta y lo que pretende Luis Enrique sí la está plasmando en el el equipo. Ha tenido que modificar algunas cosas, como la salida de balón con el mediocentro internándose entre los centrales. El equipo sacaba bien el balón, pero después le faltaba continuidad en el medio campo. Ahora el entrenador le ha dado un giro al recibir el mediocentro más adelantado, lo que le permite tener mejor continuidad.
Desde que comenzó la pretemporada el equipo ha ido ganando defensivamente, sintiéndose más fuerte. Cabral mejoró con la entrada de Jonny en el lateral, y ahora se ve a un equipo más armado y con más confianza. Además para mí Fontás ha sido una de las sorpresas más gratas de la temporada. Luis Enrique está siendo un entrenador de apuestas. Toni desde fuera sabíamos que le iba a costar mucho adaptarse a esa posición y David Costas creo que va a ser un grandísimo central, pero necesita a su lado un compañero contundente, con experiencia que quizás cuando jugaba no tenía. Y sobre Orellana, es una apuesta que con partidos está ganando el nivel que tiene que dar y que se le presupone. Yo estoy de acuerdo con las apuestas, sobre todo cuando tienes una plantilla más de veinte futbolistas. Todos tienen que participar y sentirse importantes, y esos cambios de jugadores a lo mejor también hacen que todos estén atentos y con la máxima implicación porque saben que en cualquier momento pueden entrar o salir. Lo valoro positivamente. Todos los futbolistas son válidos y hay que usarlos cuando se crea oportuno.