La delegada del Gobierno en la Comunidad Valenciana, Paula Sánchez de León, afirmó ayer que hay un sospechoso del lanzamiento del bote con gas lacrimógeno este sábado en el estadio de fútbol de El Madrigal, aunque no ha sido identificado, y que, a su juicio, la investigación concluirá «en breve».
Así lo señaló tras la presentación del Plan Adapta, a preguntas de los periodistas por el suceso que obligó a suspender el partido durante 20 minutos y a desalojar el estadio, donde tuvieron que ser asistidos once aficionados, la mayoría de ellos por ansiedad.
Sánchez de León destacó que «hay una línea abierta de quien lo pudo hacer, pero hasta que no esté la investigación concluida tampoco se puede dar más información».
Únicamente confirmó que la Policía tiene un sospechoso del lanzamiento del bote de humo y que carece de información acerca de cómo pudo introducir ese artefacto.
La delegada del Gobierno subrayó que «se ha avanzado» en la investigación de esos hechos pero «es mejor no dar más datos hasta que esté concluida», lo que a su juicio «va a ser en breve».
Fuentes policiales informaron a Europa Press de que la investigación de la Policía Nacional en torno a este suceso había avanzado hasta centrarse, como principal sospechoso, en un varón de 1,70 centímetros de estatura, unos 30 años y vestido con ropa oscura, a partir del análisis de las cámaras de Unidades de Control Organizativo (UCO) y testimonios de testigos que estaban en la zona.
Solicitud
De un modo paralelo, la Policía Nacional ha solicitado ayuda ciudadana para localizar al culpable del lanzamiento del gas lacrimógeno.
En un mensaje difundido a través de su cuenta de Twitter, la Policía afirma que «un vándalo no puede manchar a la afición del Villarreal CF».