Fontás es un jugador con muy buenas condiciones tácticas y técnicas, trabajador y muy centrado ya desde que era niño. Lo único que le había faltado desde su llegada al Celta era un punto más de agresividad y de rapidez, ese punto que ha ido consiguiendo con el paso de los partidos. La clave para que se haya ido afianzado no ha sido otra que la confianza de Luis Enrique, que le conoce y sabe a la perfección lo que puede dar.
Para Andreu era algo nuevo verse en un equipo con problemas. Acostumbrado, por ejemplo, a un juvenil del Barça que raramente no está a la cabeza. Es algo que ha tenido que notar, y ha debido requerir una adaptación.
En el Barça B, ya con Luis Enrique, también alternaba las posiciones de central y centrocampista como ha hecho en el Celta. Es normal que en el medio se haya sentido mejor, por la tranquilidad que te da saber que si fallas tienes a dos detrás cuyo error sí que puede ya propiciar el gol del rival. Pero él está preparado para ser uno de esos dos.
Siempre ha llevado bien la presión y ha superado momentos difíciles como una lesión de ligamento cruzado cuando era muy joven. Es lógico que haya tenido un comienzo dubitativo, pero estoy convencido de que va a seguir siendo un jugador importante esta temporada en el Celta. Su trabajo y su tesón serán básicos, junto con la confianza que siempre le ha dado Luis Enrique. Una confianza que merece porque se la ha ganado a pulso.