El Celta B afronta mañana el partido de vuelta de la segunda eliminatoria en su camino de retorno a Segunda B. Carlos Mouriño, el presidente, no esconde lo recomendable que sería colocar al segundo equipo de nuevo en la división de bronce: «Lo estamos peleando y luchando. Creemos que tenemos posibilidades. El 2-0 es un resultado importante, el equipo fuera de casa casi siempre marca y por lo tanto creemos que tenemos una posibilidad muy grande de superar esta eliminatoria y después haber con quién nos toca».
Del mismo modo el rector considera capital la plasmación real de la ciudad deportiva de Valadares. «Queremos hacer una ciudad deportiva que sea propiedad del Celta, que tenga comodidad para los chavales y para que pueda venir gente de fuera que a veces no podemos traer por las limitaciones».
La idea es ir destinando a provisiones dos millones por temporada para poder comenzar las obras cuando acabe la fase previa que debe llevar a cabo el Concello de Vigo. «En el momento que nos autoricen queremos comenzar con la ciudad deportiva», comentó Mouriño esta semana.
A las puertas de cerrar la segunda eliminatoria el presidente no quiso entrar en la continuidad de Pichi Lucas al frente del filial, aunque el entrenador es del agrado del núcleo fuerte de la entidad.