Los vigueses, con una novedad, afrontan una final sin red ante un Betis que busca Europa
12 may 2013 . Actualizado a las 07:00 h.El Celta está ante la última oportunidad. Porque después del traspiés del miércoles hasta la vida matemática se acaba para el conjunto vigués. Las cuentas, utópicas, solo salen con un triunfo esta tarde en el Benito Villamarín, un estadio del que ningún visitante ha salido con los tres puntos en el 2013. La victoria de Osasuna deja el corte de la salvación a tres puntos. Lo marca el Zaragoza.
La titánica tarea de este Celta al borde del precipicio, está llena de dificultades. El rival y su clasificación para Europa, los 30 grados que anuncian en Sevilla para la hora del partido y el cansancio acumulado del desgaste baldío efectuado ante el Atlético de Madrid.
Por encima hay que añadirle dos bajas considerables. Un titular como Álex López y un clásico como Mario Bermejo lo que significa que Iago Aspas se quede como única referencia ofensiva y que De Lucas, de ser necesario, ejerza de sustituto.
Aunque en el capítulo de bajas es el único en donde el partido parece equilibrado, ya que Pepe Mel no podrá contar con dos pilares de su columna vertebral, el mediocentro y capitán Cañas con una lumbalgia y el delantero Jorge Molina por un esguince. Sin el exilicitano, los sevillanos pierden a un finalizador para su juego de bandas.
El Celta tendrá que neutralizar la intensidad de los béticos racionalizando el gasto de sus fuerzas y quitándose la presión de tener el descenso en los talones. Los célticos no renunciarán a ser protagonistas, pero tampoco hacen ascos a la idea de madurar el partido ante un Betis que saldrá impetuoso para romper una racha de cuatro jornadas sin perder y después de haber empatado los tres últimos partidos como local.
Para conseguirlo Abel repetirá el dibujo, se supone que con la línea defensiva un poco más atrás que ante el Atlético de Madrid, y mantendrá a diez de los titulares del miércoles. Orellana en el sitio de Álex parece la única novedad. El chileno y su amigo Aspas deben ser dos de los hombres del partido. Por su calidad y porque tienen una deuda pendiente a lo largo de toda la segunda vuelta con el celtismo. Y hoy parece, al menos de momento, el último día para poder saldarla.