Pablo Álvarez: «Llegué a jugar con la camiseta del Lugo junto a mis dos hermanos»

MILLÁN GÓMEZ LUGO / LA VOZ

CDLUGO

El exjugador rojiblanco en dos etapas forma dupla técnica con José Alberto en el banquillo del Racing de Santander

13 dic 2023 . Actualizado a las 20:27 h.

Pablo Álvarez (Oviedo, 1980) es uno de los deportistas más relevantes de la historia de Lugo. Jugó en el Club Deportivo Lugo en dos etapas: primeramente en todas las categorías de cantera y años después en el primer equipo en dos temporadas en Segunda División (2012-2014) siendo clave para las dos permanencias y con un peso específico trascendental en el grupo. Conocido en la ciudad más allá del deporte por su nobleza y humildad, al igual que su familia. Hoy día es el segundo entrenador del Racing de Santander, rival del Lugo el domingo en el estadio Ángel Carro.

—¿Cómo afronta este partido especial como exjugador y excanterano del Lugo?

—A nivel personal, para mí siempre es bonito volver a Lugo, jugar contra el Lugo y volver al Ángel Carro. A nivel profesional, es un partido muy importante para nosotros porque nos enfrentamos a un rival directo. Quedan las jornadas que quedan y cada partido tiene una importancia más grande. Intentar hacer un buen partido, ser fieles a lo que somos normalmente e ir a por la victoria, que es lo que intentamos en todos los partidos.

—¿Qué tipo de partido espera? ¿Cuáles cree que pueden ser las claves?

— La información que tenemos del Lugo con un cambio de entrenador hace una semana no es muy detallada como los análisis que podemos hacer de otros equipos. Tenemos poca información, pero al equipo lo conocemos muy bien y a los jugadores los conocemos muy bien. Creemos que va a ser un partido muy duro. El Lugo lo va a intentar hasta el final como hace siempre. En estos últimos años está acostumbrado a estas situaciones difíciles. Esperamos un partido con mucho duelo, mucha disputa, mucha segunda jugada. Intentaremos imponernos, ser un equipo muy intenso y que podamos sacar a relucir nuestras virtudes y reducir las del rival.

—¿Qué destacaría del partido del Lugo en Vitoria en el debut de Íñigo Vélez?

—Fue un equipo muy comprometido. Es un equipo muy físico, tiene mucho trabajo, domina el balón parado, va a intentar transitar y nosotros tenemos claro que no podemos cometer errores.

—Desde su llegada, el Racing ha ganado cinco de los once partidos y solo ha perdido dos. ¿En qué punto de evolución está del proceso?

—Nosotros somos exigentes. Creemos que el equipo tiene que seguir creciendo. El equipo está bien. Creemos que hemos analizado bien el equipo sabiendo cuáles son sus virtudes y cuáles son sus defectos. Buscamos la mejora colectiva y la mejora individual de los jugadores. Los entrenadores necesitan tiempo para ir puliendo esos detalles y, para pulir esos detalles, necesitas trabajo. Cogimos al equipo con muy pocos puntos y ahora estamos algo mejor, pero eso no nos puede desviar del objetivo ni engañar. Ahora queda lo más difícil y ahora cada vez es más difícil sumar. Pensamos que el siguiente partido es un nuevo objetivo.

—Ya había jugado media temporada en el Racing de Santander después de una llamada de Marcelino García Toral. Fueron semifinalistas de Copa y se clasificaron para la UEFA. Entiendo que un club especial para usted.

—Sí. Yo, por mi forma de ser, hago una relación fuerte en todos los lugares donde he trabajado, donde he jugado. Es mi manera de ser. Al Racing le estoy muy agradecido porque en su momento me dio una oportunidad muy importante, porque disfruté mucho y fue un medio año muy exitoso. Eso siempre te da una visión mejor de donde has estado. Ahora, lo mismo, muy agradecido por esta oportunidad porque es un sitio maravilloso para trabajar, para entrenar. Muy responsabilizado porque sabemos que el reto es difícil y es muy importante para el club. Intentar conseguir la permanencia y luego poder ayudar a que el club siga creciendo.

—¿Qué recuerdos tiene de su etapa formativa en el Lugo hasta 1998 cuando ficha por el Sporting?

—Mi primer partido fue con nueve años en la pista que había en Frigsa. A partir de ahí, estuve en todas las categorías inferiores del Lugo hasta 1998, en mi último año de juvenil, cuando ficho por el Sporting. Momentos muy bonitos, muchos de mis mejores amigos jugaron conmigo cuando éramos pequeños. Llegué a jugar un partido con la camiseta del Lugo con mis dos hermanos a la vez. Son un montón de recuerdos que te van conformando tu manera de ser, tu carrera como deportista. Estoy muy orgulloso de haber jugado en todas las categorías inferiores del Lugo y luego tener la oportunidad de jugar en el primer equipo.

— ¿Cómo valora su época en el primer equipo?

—Fueron años muy bonitos porque disfruté de estar en Lugo, de jugar en el Lugo, de estar cerca de mi familia porque a veces el jugador pierde perspectiva y pasas mucho tiempo fuera de casa. Estar esos dos años en Lugo, a nivel personal y familiar, fue muy importante. La pena es que la segunda temporada tuve una lesión, una operación que afortunadamente salió muy bien, pero, cuando tienes una edad y tienes una lesión, es difícil tener continuidad. Creo que ayudé al equipo a conseguir los objetivos.

«Estoy en un trabajo que me gusta mucho y en el que me siento valorado»

—¿Cómo se encuentra en este rol de segundo entrenador con José Alberto y en esta tercera etapa tras el Mirandés y el Málaga?

—Muy bien, muy contento. Es un trabajo que me gusta. Creo que se me da bien. La clave es seguir aprendiendo. Somos un cuerpo técnico joven. Una característica que tenemos es que nos vamos adaptando a los sitios a los que vamos, a las plantillas que tenemos, conocemos muy bien la categoría y trabajamos a gusto juntos. Siempre buscamos lo mejor para el equipo, para el club. Creemos en la mejora individual de los jugadores, que es un factor que creemos que te da rendimiento y te da resultados.

¿De qué facetas se encarga más usted?

 Nosotros dividimos un poco el trabajo, pero también trabajamos en todo. Lo que hacemos es juntarnos mucho, hablar mucho, darle vueltas a los planes de partidos, a las tareas, a los análisis individuales de los jugadores y de nuestros rivales. José (Alberto) está pendiente de todo, pero también delega y quiere que desarrollemos el trabajo tanto yo como Enric Soriano, que es el otro ayudante.

¿Contempla la opción de ser primer entrenador a medio o largo plazo?

—No lo sé. En esto momento no me lo planteo. En este mundo es difícil hacer planes. Hay que ir viendo las opciones que se van dando y ahora mismo estoy en un trabajo que me gusta mucho, me siento valorado, me llevo muy bien con José Alberto y estoy muy contento. El futuro quién sabe dónde vamos a estar dentro de dos años. Ahora, a hacer bien mi trabajo. Me gusta aprender, tomármelo muy en serio, ser muy buen profesional y el tiempo nos irá marcando el camino.