Un plan de juego más directo del Lugo, pero necesita crear más y más viveza
08 abr 2021 . Actualizado a las 20:57 h.Luis César adelantó en la rueda de prensa previa que iba a realizar una «corrección táctica» con el fin de «adaptarse a los jugadores». Es una decisión coherente y pragmática. Ningún estilo y dibujo tácticos son más prácticos que otros, pero sí es cierto que el Club Deportivo Lugo, con Mehdi Nafti, tenía un plan de juego concreto que le ofrecía resultados evidentes. E incluso con Juanfran. Y ahora, en pleno último tercio de temporada, no es el momento de revertir, de pretemporadas cortoplacistas y de reiniciar. Y menos con un juego de progresar con balón desde campo propio que supone una ideología contrapuesta a la anterior. Un planteamiento que llevó al club a su década dorada, especialmente entre 2009 y 2018 con Quique Setién durante los primeros 6 años, con José Durán unos meses en 2016 y con el propio Luis César durante la liga 2016-2017, pero que ahora supone un cambio de rumbo excesivo por contexto temporal. Luis César, cuando llegó al Dépor, recordó que en su carrera pasó por épocas donde optó por jugar más directo. No es baladí que Gerard Valentín y Frederico Venâncio hablasen de «bloque» en zona mixta.
Juego más directo
El Lugo mejoró contra el Málaga. Buscó un fútbol más directo desde portería para generar desde Manu Barreiro, un trabajador infatigable. Y, desde ahí, crear en campo contrario con segundos balones y yendo a las caídas. En un equipo falto de confianza, simplificar. Los lucenses se vinieron abajo tras el 0-1 contra el Sabadell y el 2-1 en Las Palmas. No fue así, sino todo lo contrario tras el gol anulado contra el Málaga. Fueron de menos a más. Propusieron más y merecieron, cuando menos, empatar. Quizás no ganar. Luis César recuperó para la causa a Marcelo Djaló después de cambiarlo al descanso en su primer partido y dejarlo fuera de la convocatoria en el segundo. Y éste respondió. Y, por fin, Gerard Valentín, el extremo más desequilibrante, fue titular y jugó los 96 minutos. Fue el principal hacedor de juego, un futbolista capaz de driblar contrarios desde campo propio. Así creó las dos principales ocasiones: sendos cabezazos de Manu Barreiro en la primera mitad y de Chris Ramos en la segunda. Un Ramos, que por cierto, puede y debe jugar como punta junto a Barreiro o en solitario. Después de que Chris Ramos fallase una opción clara no era el momento del cambio, aunque seguramente ya estuviese previsto. Ramos y Barreiro no se entendieron en la primera citada ocasión. Pero son compatibles. Diego Alende sufrió en el lateral izquierdo porque no es su posición habitual, pero tiene centro de gravedad, explosividad y rapidez en esfuerzos de alta intensidad para jugar ahí. Jugar a banda no natural le hizo quizás cometer el error de la cesión a Ander Cantero. Como lateral derecho, creó dos ocasiones en la visita al Espanyol con Nafti.
Continuidad
Ahora, seguir por la senda de las mejoras del domingo, pero con mejor actividad, rapidez y concentración en los duelos y en los balones divididos, principal lunar ante el Málaga. Eso le impidió al Club Deportivo Lugo tener más continuidad en el juego y así llegó el gol en contra. En el tanto anulado, en cambio, los lucenses vencieron dos balones divididos. Ése es el camino. Y más con Moctar Sidi El Hacen de vuelta, especialista en la materia. Un El Hacen que puede jugar con el imprescindible Juanpe y junto a Hugo Rama, el futbolista con mejor manejo de balón en tres cuartos. Los errores en iniciación de Xavi Torres siguen siendo una losa. Y, para esa faceta, tenemos al metrónomo Carlos Pita y/o Fernando Seoane. A Seo nunca se le valoró suficiente que es también un especialista en el pase corto. Es un enorme recuperador y un enorme equilibrista, pero también un seguro en salida de balón. Y, cuando juegan, sabemos que lo hacen unos de los nuestros.