Los ferrolanos se adelantaron en el marcador en el primer minuto de juego con un tanto de Rudy Carlier
09 nov 2009 . Actualizado a las 14:03 h.El Racing acabó ayer con la poca ilusión que todavía le quedaba a su gran afición, que pese al desastroso juego del equipo, sigue domingo tras domingo acudiendo a las gradas de A Malata. Los racinguistas perdieron frente al colista de la categoría, el Compostela, que logró en Ferrol su primera victoria de la temporada. Un triunfo logrado a base de pundonor y ambición en la segunda parte del partido frente a un Racing desnortado y sin un esquema claro de juego. Estupor y desalación por la derrota en una afición a la que ya se le acabó la paciencia, por lo que volvió a pedir la cabeza de los técnicos, los hermanos Juan y José Veiga, para frenar la caída libre en la que se metió el equipo, aunque prácticamente se ha tocado fondo, ya que son segundos por la cola y a 18 puntos del líder tras los doce primeros partidos de liga y están a diez puntos de la última plaza que da derecho a disputar la promoción de ascenso. El derbi de ayer en A Malata frente al Compostela suponía para los ferrolanos una buena ocasión para no solo ganar sino incluso tratar de golear o como mínimo dar espectáculo. Sin embargo, el Racing perdió por 1-2 y lo peor ya no fue la derrota, que fue dura, sino que la imagen ofrecida por el equipo en la segunda parte fue desoladora. El partido no podía comenzar mejor para los racinguistas ya que en el primer minuto de juego Rudy Carlier aprovechó un rechace tras un saque de esquina para enviar el balón al fondo de la red. Una jugada de estrategia que repiten de forma automática en los entrenamientos. El Racing abrió el juego por las bandas y llegó arriba con claridad, aunque la mayor parte de los disparos fueron por fuera de los tres palos. El Compostela, que buscó balones en largo a su gente de arriba, pudo empatar el partido a los 23 minutos de juego, tras un saque de esquina de Mariño que entraba directo aunque lo evita Jonathan Martín en la misma línea de gol. No hubo tanta suerte a los 29 minutos tras una pérdida de Garrido que aprovecha Petter para darle un buen balón a Iván González que bate a Reguero y establece el empate. En esta primera parte el Racing lanzó 12 saques de esquina por uno del Compostela, aunque los ferrolanos no supieron sentenciar el choque. Desacierto en los cambios En la segunda parte, Juan Veiga decidió dejar en el banquillo a Rubén García para dar entrada a Matas arriba y jugar con dos puntas. Mientras que retrasó a Juan Martínez al medio campo. El cedeirés no supo adaptarse a la nueva situación, Malafaia se quedó solo en la creación en el medio campo y el Racing se borró del partido. El Compostela se hizo con el control de medio campo y Fabiano Soares fue a por el partido dando entrada a Sotelo. Juan Veiga trató de arreglar la situación retirando del campo a Juan Martínez para dar entrada a David Franch y posteriormente metió a Javi Vicente. Sin embargo, ya no hubo nada que hacer y se veía venir el segundo gol de un Compostela mucho más centrado. Reguero salvó al Racing con un paradón a los 77 minutos, tras un remate de Claudio, aunque en la siguiente jugada Sestelo llegó a un balón que parecía imposible y remató un balón que se coló al fondo de la red. Fue el tanto de la desesperación para el racinguismo. El Racing lo intentó hasta el final del partido, incluso tuvo una buena ocasión Álvaro y otra Carlier pero el balón no entró. Ahora solo cabe pensar en el Lugo y en que Isidro Silveira acierte en las decisiones que deberá tomar.