Las dos últimas semanas, las expectativas del Lugo estaban por todo lo alto. El devenir del equipo en la competición, su inclusión definitiva en los puestos de cabeza, se ponían en juego ante el segundo, la Cultural Leonesa, y el primer clasificado, el Real Unión. Pero llegaron las dos únicas derrotas en lo que va de 2009, y los ánimos pasan encogidos por el Miño a la altura del Ángel Carro. «Estamos un poco bajos», certifica Manu. Se entrenó el equipo ayer por la mañana, en sesión de recuperación, de fuerzas, pero también el apartado psicológico merece una atención especial, tras dos encuentros perdidos de manera muy similar, y con la misma crueldad: golpes dolorosos cuando cercaban, en asedio, la meta contraria. «Dimos la cara contra todos, pero al final siempre se decide por pequeños detalles», cuenta Manu, que desgrana las similitudes de unionistas y culturalistas: «Son equipos bien armados atrás, con jugadores de mucha calidad arriba, y que salen con fuerza al contragolpe». Rivales que han volatilizado la impermeabilidad de la zaga local en los primeros partidos del año, hasta el punto de alejar los puestos de promoción de ascenso, aunque en el Lugo siga prendida la llama de la ilusión por conseguirlo, pero sin mirar más lejos del «partido a partido» que maneja Manu. Futuro «Vienen una serie de partidos importantes y no podemos pensar más allá de lo que suceda el domingo», cuenta Manu, que es de la opinión que aún queda «mucha temporada» como para descartar objetivos. Para encarar el futuro de la mejor forma posible, el interior zurdo rojiblanco pide analizar en profundidad los errores cometidos en las dos últimas jornadas «para pulirlos y aprender de ellos». Entre lo no deseable, los errores puntuales, como en el córner tras el que llegó el 0-1 del Real Unión. «Llevábamos tiempo sin encajar goles a balón parado, y esta ve remató uno solo», admite. Hablaba tras el partido Fonsi Valverde de la posibilidad de darle una vuelta de tuerca más al sistema, que ahora se sustenta sobre el eje de los tres centrales. «Los sistemas los hacen buenos las victorias», puntualiza Manu, que reconoce que el actual les venía bien: «Nos hace jugar muy juntitos», y el equipo sufría poco atrás. Él mismo se ha acoplado bien al planteamiento táctico de Valverde, como lateral de largo recorrido. «Yo estoy cómodo en cualquier lado -matiza-, aunque es cierto que de lateral se ve todo de cara, y puedes salir mejor al ataque». Se siente con confianza: «Me la ha dado el entrenador, que este año cuenta conmigo, con tanta competencia como hay en el equipo, y me la dan mis compañeros».