Los conflictos han sido una constante en la comarca

La Voz

LAXE

23 sep 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

Las viviendas de los maestros han sido siempre del interés de los concellos, sobre todo a medida que van siendo abandonadas. El mayor conflicto se desató en 1987 cuando el pleno de Laxe decidió cobrar a los docentes un alquiler de 10.000 pesetas (60 euros) mensuales en concepto de alquiler. Entonces había 18 docentes viviendo allí. Todos se negaron a pagar, lo que desató una contienda judicial y educativa que incluyó huelgas. Finalmente, en octubre de 1990 el Tribunal Superior de Xustiza de Galicia decidió que la aplicación de canon era ilegal. El tema llegó a ir al Parlamento.

El asunto fue una auténtica tormenta política y judicial, en la que fue fundamental la enemistad entre el regidor, Antonio Castro Lema y algunos de los docentes. El asunto se fue complicando, pero sirvió para que la opinión pública se planteara si era o no justo que los profesores tuvieran vivienda gratis, sobre todo porque para concederla no se tiene en cuenta el lugar de procedencia del maestro que la pide.

Malpica. Las escuelas de A Cerca y las casas de los maestros fueron el terreno elegido por el Concello de Malpica a finales de 1990 para emplazar el centro de salud prometido por la Consellería de Sanidade. Para ello hubo que desalojar las casas, en las que había una decena de maestros que reclamaron garantías antes de abandonar las viviendas. Hubo muchas reuniones entre las partes y cierto conflicto.

Muxía. En 1997 el Concello se disponía a levantar un centro de servicios múltiples y como emplazamiento eligió también las viviendas de los maestros. Ahí sí que hubo problemas y los docentes se enfrentaron al regidor, Alberto Blanco. La contienda también fue larga y complicada y la oposición afeó al regidor que no hubiera previsto trasladar a los profesores a la parte alta de la nueva construcción, que se demoró hasta el 2002 y que también debía alojar el mercado.

Vimianzo. La única casa de este tipo que sigue habitada es la de la unitaria de O Outeiro, donde reside la directora del colegio de Baíñas, quien hace ya años, cuando todavía era alcalde Alejandro Rodríguez, mantuvo un pleito con el Concello en el que los tribunales acabaron dándole la razón a la docente y refrendando su derecho de vivir allí, como señala el regidor, Manuel Antelo, que solo sabe de un caso parecido en Castrelo, pero al menos de 10 años atrás.

Unitarias. En todas las escuelas unitarias que había en la Costa da Morte la parte alta era la vivienda del maestro. Desalojar a algunos de ellos fue bastante complicado. Los concellos tenían prisa también porque los centros educativos se fueron transformando en sociales y vecinales, a medida que se fueron vaciando de niños. También tenían viviendas los conserjes en los colegios. Ahora algunas son bibliotecas o comedores.