La flota de Camariñas se refuerza con un nuevo barco

Marta López CARBALLO / LA VOZ

CAMARIÑAS

FERREIRO

MARÍTIMA | De Domingo Miñones, fue construido en un astillero asturiano

09 jun 2020 . Actualizado a las 05:00 h.

Para diversificar negocio y buscar otras oportunidades por el Cantábrico se animó Domingo Miñones a adquirir otro barco, el Nuevo Miñones, que fue ayer botado en el puerto de Camariñas y que espera ahora a ser probado en condiciones para empezar a faenar cuanto antes.

El navío tiene 20,20 metros de eslora y 6 de manga y fue fabricado en Puerto de Vega, en el municipio asturiano de Navia, en el astillero La Venecia. «Faláronme moi ben deles, de que fan moi bos barcos, e por iso me animei a facer o meu alí. Agora nos próximos días teremos que poñerlle os aparellos e probar que todo funcione correctamente, aínda que non creo que haxa problema, ao vir directamente do estaleiro», cuenta el propio Domingo, que con solo 28 años se decidió a montar su propia empresa con seis trabajadores. Eso fue en 2013, pues ahora la tripulación ha aumentado hasta la decena de marineros.

Hijo de un vimiancés y de una camariñana, Domingo estudió, en realidad, para ser soldador, aunque siempre supo que el mar era lo suyo pese a no tener antecedentes familiares en el sector. «Sempre me gustou moito cando andaba polo peirao e os vía traballar, así que con 16 anos empecei. Pedín praza nun barco e así fun indo. Ninguén da miña familia andou ao mar», dice el propietario del nuevo navío botado ayer en Camariñas.

El reparto de cuotas sigue siendo un quebradero de cabeza para el sector pesquero, y de ahí que Domingo se haya animado a adquirir un barco de tamaño medio para poder alejarse de la costa gallega y diversificar su actividad. Irá a la sardina, al chicharro, al jurel, a la caballa y también a la campaña de la anchoa al País Vasco. «Ter un barco algo máis grande permíteche saír, moverte máis e buscar de gañar algo por fóra», narra el armador que, además, está deseando recuperar la normalidad tras varios meses en los que el coronavirus también les ha dejado tocados.

Durante la crisis sus marineros estuvieron cobrando prestación, pero su caso fue distinto: «Os gastos seguiron chegando e os créditos houbo que pagalos igual. A ver se podemos ir facturando algo», asegura, y añade que en este tiempo se han sentido «desprotexidos» por Capitanía: «Practicamente nos obrigaron a ir ao mar sen mirar nada por nós», asevera Domingo.