27 mar 2020 . Actualizado a las 05:00 h.
No todo es desierto. En la profunda arena de las crisis siempre hay oasis. Una parte que se fortalece con los cambios de conducta. La caída de unos, favorece el levantamiento de otros. Es ahora cuando las tiendas de proximidad tienen una oportunidad. El confinamiento impide desplazamientos para hacer la compra y el comercio que está cerca de casa es el más propicio para aprovisionarse. Además, no suele sufrir aglomeraciones y en él es más fácil tomar medidas de control. El cierre de la hostelería convierte a muchos establecimientos en imprescindibles, así como la comida elaborada o las conservas. De ahí que Calvo funcione a todo tren. Son los oasis del desierto crítico.