La junta general del pósito se reunió para preparar medidas de presión
10 ene 2014 . Actualizado a las 07:09 h.El secretario de la cofradía de Laxe, Antonio Devesa, señaló ayer que la junta general pretende que «o presidente da Xunta diga tamén para nós que o porto arranxarase custe o que custe. Eu son católico e o santuario da Barca é moi importante, pero en Laxe estanse a xogar vidas e o traballo de moita xente, porque aquí vivimos do mar». Los directivos del pósito se reunieron el miércoles para acordar las medidas que adoptarán a partir de ahora para evitar que los sucesos del día de Reyes se vuelva a repetir, pero las decisiones tomadas tendrán que ser ratificadas esta tarde por los miembros de la junta general.
Por su parte, el alcalde de Laxe, Antón Carracedo, mostró también su enfado por la falta de soluciones para la rada. El regidor acudió a los encuentros que los representantes de los marineros mantuvieron con varios cargos de la Xunta de Galicia.
Los pescadores laxenses sostienen que la falta de seguridad del puerto data de 1990, cuando todavía estaba en obras el muelle comercial. Ese año se hundieron allí dos embarcaciones, del mismo modo que el día de Reyes lo hizo el María Cristina, que probablemente será reflotado hoy para ver si se puede reparar.
Ya en el 2003, en el Plan Galicia, figuraba la prolongación de contradique de Laxe. La Xunta respondía de este modo a una solicitud de la cofradía para paliar el oleaje interno de la dársena, que entonces se atribuía a la falta de calado provocado por la entrada de arena de la playa. El proyecto no se llevó a cabo porque los técnicos no pudieron garantizar que la obra aumentase la seguridad. Sin embargo, sí se realizaron trabajos para consolidar el muelle viejo, lo que, según algunos, empeoró las cosas.
Técnicos de Portos de Galicia acudieron a la localidad para continuar con la evaluación de los daños, que son cuantiosos.
Esta mañana se espera la presencia de buzos contratados para recuperar la amarras de los barcos que tuvieron que salir a la bocana del puerto para no correr la misma suerte que el María Cristina. Además, tendrán que inspeccionar la situación en que se encuentra el carro varadero, que estaba sin estrenar. De hecho, las pruebas de funcionamiento estaban previstas para el día 16. Hoy tendrán que determinar si finalmente entrará en funcionamiento o si tendrá que ser reparado.
Ayer la actividad en el puerto comenzó a normalizarse y salieron a faenar buena parte de los barcos que el lunes tuvieron que capear el temporal durante 25 horas. Hubo subasta en la lonja, pero no todos pudieron acudir a ella. El Santa Cruz sufrió una avería en el motor por el forzado funcionamiento durante la madrugada del martes y, en tanto que el Soprol aguantó con una vía de agua al dar el casco en varias ocasiones contra el fondo. Protección Civil, la Cruz Roja y su tripulación lo mantuvieron a flote durante toda la nocha con bombas para poder achicar al agua.