Si a alguien le quedaba alguna duda de que la romería da Virxe da Barca es una de las más importantes de Galicia, ya puede ir borrándola de su lista, porque este fin de semana quedó más que claro que las fiestas de Muxía son únicas. Y multitudinarias. Tanto el sábado como el domingo era prácticamente imposible moverse por la localidad sin encontrarse a alguien conocido. Y entre los rostros famosos, chicos y chicas vestidos de naranja trabajando como jabatos. Eran los voluntarios de Protección Civil, que estos días, con Ramón Pérez Barrientos a la cabeza, se han portado como campeones. Ellos y los agentes de la Policía Local, que tampoco han parado ni un minuto. Por cierto que entre los miembros de Protección Civil hay ya nuevas generaciones, como el pequeño Martín Lodeiro Pérez .
El trabajo de todos ellos ha permitido que incluso el alcalde, Félix Porto Serantes , se relajase y lo pasase en grande durante las fiestas. Hasta tuvo tiempo para tomarse un piscolabis con la delegación del ayuntamiento catalán de Montornés del Vallés, entre la que también estaba su alcalde, Dani Torres . Y no fue el único regidor que se pasó por la localidad, porque hasta la Barca se acercó también el de Camariñas, Manuel Valeriano Alonso de León , que acudió muy bien acompañado por su hija Rosalía , que el próximo 27 de octubre cumplirá tres años. Ellos, como los cientos de miles de personas que este fin de semana visitaron Muxía disfrutaron a lo grande de unas fiestas en las que este año hubo más gente que nunca. Religión. Hubo tiempo para la diversión, pero también para la devoción, como la que demostró el abogado Manuel Martín Gómez durante la misa del sábado (seguro que agradecía a la Virgen que su reciente infarto se quedase solo en un susto), o el fervor que el patrón mayor, Javier Sar Romero , Félix Porto y la concejala Amparo Baña Álvarez demostraron ayer devolviendo la imagen al santuario. Para que después haya quien todavía dice que los socialistas son todos unos rojos.