Ramón Varela y Rey

Harry Dorial redac.carballo@lavoz.es

CARBALLO

18 oct 2008 . Actualizado a las 02:00 h.

Lo que pasa es que uno lleva el Varela paterno antes y el otro el Borbón después. Pero, nadie puede negar que el miércoles, en el Teatro Colón de A Coruña, no hubo al menos dos reyes en la entrega de las Medallas de Oro al Mérito de las Bellas Artes. El alcalde de Malpica, Ramón Varela Rey , acudía en representación institucional de su Concello, ya que uno de los premiados (sí, ya sé que lo saben) fueron los oleiros de Buño. Y aprovechó el magnífico acto institucional celebrado en la ciudad herculina para codearse con lo más gradado de los asistentes, empezando por el primero (y Primero) de España, el Rey Don Juan Carlos . Vaya nivel. Y, naturalmente, con Antonio Banderas , Luz Casal , Marisa Paredes , Verino y todos los galardonados, que tampoco fueron muchos más. Un día para recordar, como la película homónima de Al Pacino .

Hacía ya tiempo que el Rey no compartía espacio con un alcalde de la Costa da Morte. Ya departió con unos cuantos en sus visitas a la Costa da Morte (Muxía, Camariñas, Laxe) entre diciembre del 2002 (el día 2: uno que conozco tampoco se olvidará porque ese día no pudo ir a verle, ya que nacía su hijo) y junio del 2003. También anduvo por aquí la que sería su nuera poco tiempo después, Letizia . Pero eso no lo sabían ellos y la historia también es conocida.

En A Coruña no solo estuvo el alcalde malpicán, sino también una nutrida representación de los oleiros de Buño. Que son, no hay que olvidarlo, los verdaderos reyes del arte. Al menos, por esta vez.

La de cada día. La que tenemos todos, ajenos a recepciones de alto copete, y desde luego ajenos a los grandes viajes, citas y recepciones. Tenemos tantos ejemplos que mejor dejémoslo en uno. En un curso que se está celebrando en la Casa da Cultura de A Laracha sobre control de calidad en punto y confección. Aunque lo hubiese pensado mil veces, ni una de ellas me saldría uno de estas características. Siempre se aprende algo, aunque de lo que se trata no es que aprenda yo algo nuevo de la rama textil (todo lo es para mí en este sector) sino de que se formen las alumnas. Son quince, están desempleadas y tendrán sesenta horas para hacerlo. Al final, ojalá que las enseñanzas les sirvan para encontrar trabajo. Eso es lo que importa. Y punto.

Y maratoniana. Acabo con un acto del día. A las 12.00, en el telecentro de Vimianzo, se inaugura la exposición de fotos del maratón fotográfico ambiental. No, no es que los retratistas corriesen 40 kilómetros disparando con la cámara, sino que entre los días 23 y 24 de agosto varios fotógrafos visitaron lugares de interés natural de la zona y ahora podrán verse los resultados.