La Semana Santa convirtió a las carreteras de la comarca en un caos de tráfico
CARBALLO
El buen tiempo dio una tregua a la Costa da Morte durante la Semana Santa y ello se tradujo en una afluencia masiva de visitantes a la comarca. Las citas culturales, más y mejores que otros años, tuvieron mucho que ver en el éxito de público y ambos factores -buenas propuestas y el sol- hicieron que las carreteras de la comarca volviesen a atestarse de tráfico. En algunos lugares el caos fue inevitable, como en Fisterra o Camariñas, y en otros muchos se hizo más que evidente la necesidad de que la vía de alta capacidad (VAC) se haga realidad lo antes posible. A última hora de la tarde de ayer, las caravanas eran constantes a la altura de Coristanco, sobre todo a la entrada de la autopista AG-55 y también se registraron retenciones en las cercanías de las playas de Razo y Caión. Las obras que se están llevando a cabo en la zona, sobre todo entre Carballo y Malpica, tampoco ayudaron a hacer que las cosas fuesen más fáciles. La mayoría de los conductores aceptaron las colas con resignación, pero los más críticos achacaron lo ocurrido a la falta de previsión. Ocurrió, sobre todo en Fisterra, donde el día grande de la Semana Santa volvió a batir todos los récords de asistencia, pero también soliviantó a los grupos de la oposición. El portavoz del CDI de Fisterra, Xan García Pouso, criticó el «caos» de tráfico que sufrió la localidad en los últimos días, por el hecho, dice, de que el Concello no le puso remedio ni adoptó ninguna medida. «Había colas enormes, grandes atascos, chegaba xente de lonxe e tiña que marchar. Estas cousas hai que telas previstas e amañadas», señaló. Pareja a esta cuestión, García se quejó del estado de determinadas obras en la recta de Escaselas o Hermedesuxo: «Son obras empezadas, pero que están aí paradas, co tráfico destes días, complicaron aínda máis todo, sendo obstáculos e levantando grandes polvaredas». Xan García también se refiere a las procesiones, para criticar que en algunos casos, los devotos o miembros de las cofradías tocan con los cables, situados a escasa altura, al igual que los arcos de las celebraciones festivas. Finalmente, el concejal del CDI criticó la colocación de banderines, por todo el municipio, conmemorando la concesión del sello Patrimonio Europeo a Fisterra. «¡Se a promoción de Fisterra se vai limitar só a isto, imos listos!», opinó el concejal, quien advirtió de que «a ver se os soportes nos que se colgan estes bandeiríns son para aproveitalos logo o PP e colgar os seus carteis electorais». En la misma línea, el PSOE fisterrán calificó de «lavacaras» la gestión hecha desde la alcaldía para preparar las fiestas más multitudinarias de la localidad, «sen control correcto do tráfico rodado, por carencia de axentes suficientes, sen planificación previa...» Aseguran que el Viernes Santos se produjo en la localidad «un auténtico caos de autobuses» y que muchos coches se vieron obligados al dar la vuelta al llegar al pueblo «porque era imposible chegar a ningún sitio». En opinión de los socialistas, «é denigrante que despois de recoñecernos como Patrimonio Europeo se coloquen bandeiriñas a diestro e siniestro e o control real do pobo, a entrada e saída e o acceso ao faro fose un auténtico desastre».