Y ahora resulta que el cafre eres tú

Álvaro Sevilla Gómez
Álvaro Sevilla BARRIO DEL PIGNETO

RIBEIRA

14 dic 2020 . Actualizado a las 05:00 h.

Todos hemos sido la peor generación que el profesor del colegio ha visto en años: «Sois carne de cañón». «¿Cómo le puedes hacer esto a tu madre?», «¿Pero a ti qué te he enseñado?». «Espero que no vuelvas a darnos un disgusto como este». ¿Quién no ha escuchado alguna de esas frases de la boca de su padre? Porque todos, en mayor o menor medida, hemos liado alguna hasta el punto de no encontrar escapatoria posible. El final siempre era el mismo, la mirada acusadora de nuestros padres, ojos que se clavaban como dos puñales en el pecho. Porque nuestras acciones duelen más cuando defraudamos a la gente que queremos que cuando nos defraudamos a nosotros mismos.

Pero ojo, si aún te lamentas de aquel escaparate roto por un balonazo en la plaza de Atanes, tengo la solución. La hemeroteca es muy cruel. La semana pasada publicamos una historia que ocurrió en Ribeira en 1993. Madrugada del día 5 de diciembre. Unos 400 jóvenes -hoy rondarán los 40-50 años- montaron una batalla campal por las calles de la localidad porque los bares cerraban a las tres y media de la madrugada y no les parecía bien. Reventaron a pedradas los ventanales del ayuntamiento, arrancaron luces y levantaron adoquines. La policía tuvo que intervenir para aplacar la «revuelta», que costó unos dos millones de pesetas en reparaciones.

Así que si esta Navidad te recuerdan aquella comunión a la que llegaste haciendo eses, o el día que encerraste a tu abuela en la despensa, pregunta qué hacían ellos el 5 de diciembre de 1993. ¡Esa si que fue una buena liada! ¡Y el cafre aún vas a ser tú!.