Manuel Fernández Lamela decidía dejar el puesto tras un convulso pleno
26 may 2020 . Actualizado a las 05:00 h.Una marejada política hacía que, tal día como hoy hace 41 años, el alcalde de Muros, Manuel Fernández Lamela, decidiese presentar su dimisión irrevocable. El mandatario comunicó su decisión en el transcurso de un pleno ordinario en el que se estaba votando una moción de censura al gobernador civil de A Coruña por haber suspendido un acuerdo corporativo del 8 de mayo, sobre la petición de una trabajadora del Ayuntamiento que quería ser incluida en la plantilla municipal. Dicha solicitud había sido desestimada por la amplia mayoría de los ediles de Muros, pero pocos días después el gobernador comunicaba al alcalde que había suspendido ese acuerdo.
Fernández Lamela dio cuenta a los miembros de la corporación de esta decisión, que los concejales del pleno consideraron «arbitraria y antidemocrática», por lo que se propuso votar una moción de censura. El ambiente se fue caldeando en el salón, puesto que los nueve ediles de UCD habían votado en su día negativamente a las pretensiones de la solicitante; es decir, estaban en contra de la opinión del gobernador civil. Sin embargo, a la hora del escrutinio, se depositó una papeleta en blanco, al parecer de un concejal ucedista. Por este motivo, se consideró que la situación era ilegal, y Fernández Lamela decidió dimitir, por lo que no llegó a considerarse la moción de censura. La decisión del alcalde fue interpretada como «un último gesto de alejamiento de UCD», de cuya candidatura había sido el número uno.