Los cazadores prevén una mala campaña por los efectos de especies depredadoras

X. Alvite / A. Gerpe

MUROS

CEDIDA

Las repoblaciones de las entidades cinegéticas no han logrado recuperar conejos y perdices

13 oct 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

Los cazadores barbanzanos ya descuentan las horas para la apertura de una nueva campaña cinegética que, en términos generales, vendrá marcada por la escasez de ejemplares que puedan abatir. Esta circunstancia se ha venido repitiendo de forma constante durante los últimos años y detrás de ella se encuentran distintos factores, aunque los aficionados coinciden en indicar uno de forma mayoritaria: el aumento del número de depredadores en los montes.

Se trata principalmente de varias especies como martas, zorros y lobos que, en opinión de los cazadores, acaban con las crías de animales como el conejo o las perdices. «Temos visto moitas crías mordidas, fainos pensar que por lobos», reconoce un aficionado de Mazaricos, una opinión con la que coinciden desde el resto de entidades.

La escasez de especies pese a las repoblaciones efectuadas motiva que muchas sociedades hayan puesto limitaciones a mayores de las que establece la normativa. En Ribeira, por ejemplo, hay topes de caza: tres conejos por cazador y día y tres ejemplares de plumas. La entidad soltó, además de conejos, un total de 600 perdices y, hace dos meses, 350 faisanes. Uno de los integrantes del colectivo, Víctor Reiriz, indicó que en los entrenamientos que ha llevado a cabo hasta ahora ha visto animales, pero subraya: «Non é que estea superpoboado». También comenta que los aficionados se ven muy limitados por los incendios: «O espazo comprendido entre A Cidade e O Vilar, así como o que vai desde San Amedio a Porto do Son, foi pasto do lume».

Posibles restricciones

Por su parte, el vicepresidente de la sociedad San Xoán de Serres, en Muros, presenta un panorama bastante negativo: «O coello, moi mal. Durante dous anos seguidos pechamos a captura desta especie e ceibamos animais, pero non conseguimos que duren». Manifiesta que, por ahora, no se han fijado restricciones, pero no desecha que se haga: «Varios socios falaron da idoneidade de pechar a captura de coello, porque lebre aínda se ve», por lo que no descarta que acabe tomándose la decisión.

En el caso de Noia la situación es similar. El vicepresidente de la entidad, José Somoza, comenta que la perdiz se vedará a partir del 1 de diciembre con el objetivo de que continúe creciendo la población y haya más ejemplares para la próxima campaña.

Somoza dice que están repoblando el terreno con ejemplares traídos de León «y está dando buen resultado, hemos conseguido que críen». Los aficionados también tendrán la ocasión de poder capturar becadas.

La situación es bastante distinta co el conejo, que no logran que se reproduzca. De forma experimental, aprovechando unas instalaciones propiedad de la entidad, han decidido criarlos por su cuenta e ir soltándolos para ver como resulta la experiencia.

También se refiere al jabalí, una especie que en las distintas sociedades de la comarca comenzaron a abatir hace unos meses. Este año, de nuevo, la entidad noiesa ha vuelto a recibir una reclamación de afectados por daños causados por los cerdos salvajes. La temporada pasada, los aficionados de Noia tuvieron que abonar una indemnización superior a los dos mil euros y en esta ocasión todavía no saben lo que sucederá.