La sopa en el cuadro

Emilio Sanmamed
Emilio Sanmamed LIJA Y TERCIOPELO

BARBANZA

«Entiendo el pornográfico apetito de hacer viral tu punto de vista. No puedo compartir hacerlo a cualquier precio»

19 oct 2022 . Actualizado a las 05:00 h.

La semana pasada tuvimos la desgracia de contemplar cómo unos jóvenes confundieron a Van Gogh con Van Damme. Un violento cuadro de girasoles desató una vaina loca que no nos lleva a la gloria, pero tampoco a la cárcel. Porque vivimos en tiempos de no consecuencias, la responsabilidad personal es un mito. Todo vale si le pongo un eslogan que destaque alguna virtud moral socialmente aceptada.

Decían los chavales: «¿Qué vale más, el arte o la vida? ¿Vale más que la comida y la justicia? ¿Están más preocupados por la protección de la pintura o la del planeta y las personas?» En retórica es lo que llamaríamos «falacia de falso dilema», hacerte escoger entre cosas que no son excluyentes entre sí. ¿Qué vale más, un pingüino o un beso? ¿Vale más la democracia que la música? ¿Están más preocupados por la protección solar o por la hepatitis y el kung-fu?

Entiendo la necesidad del marketing, entiendo el pornográfico apetito de hacer viral tu punto de vista. No puedo compartir hacerlo a cualquier precio. Que no es el precio, sino el valor. El arte combate la anemia espiritual de cada época, sublima todo lo que hay de honorable en nosotros.

Cuando todo vale para emitir tu mensaje quien pierde es tu mensaje. El «cómo» es tan importante como el «qué». Por ejemplo, la paz mundial está guay. Si me planteo una campaña del tipo «Matar daltónicos por la paz», generará rechazo y al final el propósito se verá empañado. Ojalá hubieran visto mejor el cuadro de Van Gogh, ante ese pintor, como ante Benzema uno respira y piensa que la vida puede ser un infierno, pero no hoy.