Perretes

Francisco Brea
Fran Brea EN LA CANTINA

BARBANZA

28 jul 2021 . Actualizado a las 05:00 h.

Que quede constancia por anticipado que ni soy un enamorado de las mascotas ni las odio. No tengo, pero sí que me gustan las de mis amigos y familiares. Hay otras que no soporto tanto, aunque no es por culpa de los animales. Los perros, considerados los mejores amigos del hombre, pueden ser muy bonitos, o no, y grandes compañeros, pero también un poco molestos si sus dueños no tienen la más mínima consideración. Entiendo que aquellos que tienen a sus perretes metidos horas y horas en un piso, cuando los sacan a pasear quieran soltarles la correa unos instantes para que se sientan libres, pero es obligatorio que la lleven. Si queréis que corran sin ataduras, en Galicia hay mucho monte.

Pero el paseo de Coroso no me parece la mejor opción para que los canes anden libremente, cruzándose en el camino del resto de personas. A mí, personalmente, me han dado varios sustos cuando paso corriendo porque, además, suelen ser perros pequeños los que están sueltos, que muchas veces no ves hasta que parece que los vas a pisar. En ese momento maldices al animal, pero al segundo los improperios van dirigidos hacia los dueños. Y por lo que me comentan, algún ciclista ya tiene besado el suelo por arrollar a un perro que se cruzó por el carril bici.

Es una cuestión de convivencia y civismo. Tienen que ir sujetos, guste o no, por ciertos espacios y sorprende la gran cantidad que no cumple. También llama la atención, aunque en este caso no es tan generalizado, que haya quien siga sin recoger las heces de los perros. Una mascota conlleva un compromiso y una responsabilidad por parte de sus dueños.