La crisis de los 31

Álvaro Sevilla Gómez
Álvaro Sevilla BARRIO DEL PIGNETO

BARBANZA

marcos creo

19 jul 2021 . Actualizado a las 10:52 h.

Hoy cumplo 31 años. Me lo recordaron la semana pasada cuando salía de jugar al pádel. Sí, pádel, tenis para jubilados. Ya sé las coñas. Ja, ja, ja... En cuanto me lo comentaron mi cabeza viajó en un Delorean al pasado para dejarme en el callejón del Malta, en Bandourrío, a hace más o menos una década. Ahí estaba barbilampiño y henchido de razón diciendo que: «Nunca seré uno de esos acabados que, en plena crisis de los 30, dedica los domingos a subir la Curota en bicicleta».

Y una parte la cumplí. Nunca subí a la Curota en bicicleta. Pero como también dije que nunca jugaría al pádel porque lo hacía José María Aznar, siento que al final sí traicioné a aquel aún más atribulado chaval de 20 años. Por eso aprovecho esta columna para decir que no volverá a pasar. Henchido de nuevo de razón lanzo otra promesa a mi yo de 40 años: «No me convertiré en uno de esos hombres que para superar la crisis de los 40 se compra un descapotable, se calza náuticos, viste camisas de lino blanco y va al solárium para parecer más joven. Se lo prometo».

Decía Ovidio que había que prometer con largueza porque nada se perdía. Que nada perdemos aunque no se cumpla. Y como el poeta romano fue más lúcido de lo que yo seré jamás, no cabe duda que también le fallaré a mi yo de 2031. Eso sí, fijo que no será por lo del solárium.

El día del pádel también me preguntaron si quería algún regalo. Pensé si necesitaba y no supe responder. Lo importante está claro ni lleva código de barras ni se puede comprar en Amazon. Bueno, vuelvo a mentir. Compré una bicicleta. El domingo quedé con unos colegas para subir hasta la Curota. Maldita crisis de los 31...