No hay para más

Alicia Fernández LA CRIBA

BARBANZA

19 feb 2021 . Actualizado a las 05:00 h.

Un país que hace agua por los cuatro costados, donde no hace falta leer las vísceras de los animales para intuir un futuro harto complicado, con cientos de miles de empresas a punto de irse al garete, una pandemia sin controlar, una vacunación más lenta de lo previsto, una sociedad hastiada y en la sesión de control al Gobierno de este miércoles no se habló de nada de eso.

Con gran sentido de la responsabilidad y con la madurez que caracteriza a sus señorías optaron por debatir -¡Toda la mañana!- sobre si en España hay o no hay normalidad democrática. Algo a lo que se entregaron todos con natural regocijo, pues son conocedores de los múltiples desvelos que provoca entre la ciudadanía este asunto, ¡que no duerme con la preocupación! Por sus caras, poses y sonrisas diríase incluso que gozaron tanto como una piara retozando en un lodazal.

Ya lo de salvar vidas y empresas, patrimonios y mentes, por ser menos importante -¡no vaya usted a comparar!- lo dejaron para un día de estos que se aburran y le digan al ujier de guardia: «¿Qué no somos capaces de arreglarlo? ¡Agárrame el gin-tonic de 3,45!».

Pero lo mejor viene cuando estos muñidores de medio pelo, calienta sillas y besamanos, después, se sorprenden de las arcadas que a la infantería le provoca la actividad política en general. Con su careta de chicos buenos, la misma que ponen en cada mitin para decirnos que defenderán a los ciudadanos, a los autónomos y, a las pequeñas empresas por encima de todo. Como estamos en carnaval habría que contratar un Tejero para darles un buen susto. ¡Ah, no, que ya lo tienen dentro!