Cinco balazos al anochecer

Gonzalo Trasbach
Gonzalo Trasbach (IN) SOMNIUM

BARBANZA

13 dic 2020 . Actualizado a las 05:00 h.

Entre 1973 y 1975, John Lennon vivió una etapa de desmadre y autodestrucción. Este período convulso se desarrolló en Los Ángeles y abarca el tiempo (más o menos) durante el cual el músico y compositor estuvo separado de Yoko Ono. Se había casado con la japonesa en 1969, tras haberse separado de Cynthia Powell, que se murió en su casa de Calviá (Mallorca) en 2015, y con la que había contraído matrimonio en 1962, después de haberla dejado embarazada de su hijo Julian Lennon. El exbeatle había dejado Londres en 1971 y se instaló en Manhattan, concretamente en el glamuroso Dakota, en el costado norte de Central Park, después de haber superado las trabas de la Administración Nixon por su oposición a la guerra de Vietnam.

Lennon se trasladó a Los Ángeles para visitar a su amigo Phil Spector. El productor norteamericano, con quien había grabado su álbum Imagine, tenía otro estudio en la capital angelina. Por la casa de Spector en Hollywood se dejaban caer lo mejor y lo peor del mundillo artístico musical y cinéfilos de aquellos años de decadencia. Por allí desfilaron personajes como Warren Beatty y Cher, pero también Joni Mitchell y Harry Nilsson, además de Elton John, Ringo Starr y Keith Moon, entre otros muchos más. Se consumían drogas y litros de alcohol a porrillo. Se registraban peleas y trifulcas de toda clase durante aquellas largas sesiones que siempre acababan en una fiesta rachada, presididas por un tronado anfitrión aficionado a llevar pistolas colgadas al cinto como los antiguos vaqueros.

Pero después de este período tumultuoso, la nostalgia se apoderó de un Lennon que incluso llegó a hablar en alguna entrevista de una posible reunión de los Beatles, idea a la que, sin duda, debió contribuir la inesperada visita de Ringo Starr. En Los Ángeles, Lennon grabó con su amigo Harry Nilsson Without you, una melosa canción que años más tarde Mariah Carey convirtió en un éxito mundial. Pero luego de año y medio de farras excitantes y excitadas, decidió volver al hogar, al dulce regazo de Yoko Ono para criar a su hijo Sean. Se encerró en el edificio y nada se supo de él hasta cinco años más tarde. Cuando Jagger, vocalista de los Stones, se enteró de su vuelta a casa, comentó: «Bueno, supongo que he perdido a un amigo».

La suerte no acompañó a una buena parte de aquella numerosa tropa de faranduleros que se juntaban en la casa de Phil Spector. Así, por ejemplo, recordamos que Keith Moon (1946-1978), el baterista de los Who, se murió de sobredosis tres semanas después de haber grabado Who are you con la banda de Pete Townshend. Harry Nilsson (Brookyn, 1941), por su parte, aguantó hasta ver como la Carey triunfó a escala planetaria con su empalagosa Without you. Falleció en ese mismo invierno (15 de enero de 1994) de un infarto a los 52 años. Mientras tanto, Spector cumple a sus 80 años condena por el asesinato de la actriz Lana Clarkson, que apareció sin vida en 2003 con un balazo en la boca. Con respecto a Ringo, lembremos que en 1979 fue operado del corazón a vida o muerte en un hospital de Montecarlo.

En suma, la muerta planeaba sobre todos ellos. En cuanto a Lennon, con su hijo ya grandecito, volvió a la actividad musical en 1980, cuando publicó su álbum Double fantasy. Era su primer disco en cinco años y todo estaba a punto para su inmediato regreso al estrellato mundial. Pero su estrella nunca más volvió a brillar en el cielo. Lo impidió Mark David Chapman un 8 de diciembre de hace ahora 40 años. Entonces, cuando la nave de la noche se cernía sobre Manhattan y se disponía a entrar con su esposa en el Dakota, recibió cinco balazos por la espalda. En estos días lo recordamos rememorando aquello que había dicho: «La vida es eso que sucede mientras estás ocupado haciendo otros planes».