La vida no será igual

La Voz BUZÓN DEL LECTOR

BARBANZA

17 abr 2020 . Actualizado a las 05:00 h.

Envíe sus textos a redac.barbanza@lavoz.es

E stamos viviendo excepcionales momentos de incertidumbre, ansiedad, desasosiego, frustración, pánico y hasta terror. Ignoramos si el tal virus surgió por generación espontánea o fue una invención maquiavélica de desquiciados políticos con la ayuda y colaboración de inescrupulosos científicos con incógnitos objetivos específicos. Porque en este desquiciado mundo todo es posible. No sabemos si encasillar lo que estamos viviendo dentro del género de drama o de tragedia, o más bien de drama con visos de tragedia.

Nuestra megalomanía y conciencia de ser muy inteligentes humanos e incluso superhumanos, hasta llegar a creernos hijos de Dios, hasta ahí llegan nuestras fantasías, están gravemente vapuleadas por un invisible ente que, aunque tiene ADN y ARN, no se sabe si es un ser vivo, ya que no posee sus características peculiares de subsistencia, necesita de las células para sobrevivir y multiplicarse, pero tampoco si es un ente muerto, por sus efectos sabemos que no lo es. Se trata de un fenómeno empírico que cabalga entre el ser y el no ser. Lo definen como virus, con todas sus peculiares características.

Sabemos que no lo podemos matar, porque no posee vida, pero sí desintegrar y aniquilar. Asustados y temerosos buscamos el antiviral que evite su geométrica multiplicación y su enigmática existencia hasta su desaparición. O la vacuna que, como férrea armadura medieval, nos proteja de sus virales y potencialmente mortíferos ataques. Anhelantes la esperamos.

Lo que con certeza sabemos es que la espartana lección vivencial y agónica en confinamiento aprendida jamás la podremos olvidar y que será instrumento de subversión tanto de percepciones, como de valores y de al menos algunos estilos de vida para los que lo estamos viviendo y padeciendo.

Nuestra vida no volverá a ser igual, todo por obra y gracia de un invisible, como si se tratara de física cuántica, aquí biología médica. Lino Saborido Rial