La pesadilla de los impropios, los desechos que van al contenedor que no les corresponde

La Voz

BARBANZA

01 jul 2019 . Actualizado a las 05:00 h.

En el contenedor verde oscuro hay que depositar la basura orgánica (principalmente, restos de comida) y, en la mayoría de los municipios de Galicia, también la denominada fracción resto, lo que queda tras la separación de los residuos para los que sí existe un depósito específico: envases de plástico, latas y briks (amarillo), papel y cartón (azul) y vidrio (verde claro). Para la fracción resto existe el contenedor gris, que pronto será obligatorio. En los municipios del Consorcio As Mariñas ya retiran por separado este tipo de residuos.

Un trabajador del servicio de recogida de la basura de Ortegal cuenta que en el depósito verde oscuro «aparece de todo, desde ventás e cristais rotos a cartóns, macetas, caldeiros e todo tipo de plásticos». Los impropios -productos que van a parar al contenedor equivocado- constituyen una auténtica pesadilla, con una consecuencia económica directa, por el incremento del volumen global y, por tanto, de la factura.

Más allá de lo obvio, al contenedor amarillo no pueden ir juguetes o cubos de plástico, biberones ni utensilios de cocina. Ni al azul briks de leche o zumo, pañales, servilletas de cocina y papeles socios. Ni al verde oscuro vidrio o cristal (tampoco en el verde claro, reservado al vidrio). Todo lo demás, al punto limpio.