El Boiro que querían los mexicanos

Álvaro Sevilla Gómez
Álvaro Sevilla RIBEIRA / LA VOZ

BARBANZA

MARCOS CREO

Una inversión de un millón de euros para pelear por el ascenso a Segunda era la meta del supuesto grupo inversor

05 jul 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

La historia entre el Boiro y los supuestos inversores mexicanos comenzó el domingo 25 de junio, en el parador de Ribadeo. Allí, David Places y el directivo Fran Lens se reunieron con dos socios de Impronta Sport, firma que, en teoría, se encargaría de establecer el nexo con América. Los barbanzanos escucharon la oferta de los intermediarios, que aseguraron que querían convertir el club de Barraña en un referente a nivel autonómico y nacional. Sus palabras se tradujeron en un borrador del convenio, que nunca se firmó, y al que tuvo acceso La Voz de Galicia. El texto marcaba las líneas maestras de la infructuosa operación.

Conversión

Sociedad Anónima Deportiva. El primer paso marcado por Impronta Sport era el de convertir al Boiro en una Sociedad Anónima Deportiva, exigiendo a su vez que los trámites para lograrlo tendrían que estar finalizados antes que el propio convenio, que sería de tres años una vez firmado. Con este proceso, que ellos se encargarían de gestionar, se abría la entrada al supuesto capital mexicano.

Consolidación

Fuertes en Segunda B. La hipotética meta de esta alianza era convertir el Boiro en un conjunto potente de la división de bronce del fútbol español. Como objetivo a medio plazo se encontraba el de pelear por dar el salto a Segunda División. Si el ascenso se consiguiese, el convenio debería ser estudiado y revisado para su adaptación a la categoría.

Puente con América

Intercambio de jugadores. Uno de los teóricos propósitos de Impronta Sport era el de traer a Boiro a jugadores de México y Brasil con potencial para competir en las principales ligas profesionales europeas. Con el dinero de los traspasos se pretendía amortizar la inversión en el club, además de conseguir beneficios. A su vez, también se planteaba que futbolistas españoles compitiesen en México, donde el grupo inversor, supuestamente, tenía un conjunto en Segunda División.

El dinero

Más de un millón. Uno de los puntos que convenció al presidente boirista fue la fuerte inversión que el grupo mexicano haría en el club. Además de los 120.000 euros para amortizar la deuda, se comprometía a abonar 300.000 más para la temporada 2017-2018, lo que ayudaría a la entidad a confeccionar una plantilla de renombre. Para los cursos 18-19 y 19-20, harían dos inversiones más de 400.000 euros. En total, los americanos invertirían 1.120.000 euros, lo que sumado a los ingresos ordinarios del conjunto bastaban para convertirlo en uno de los grandes de la categoría. Según queda desgranado en el texto, el dinero se destinaría exclusivamente a la formación y refuerzo del primer equipo y de su cuerpo técnico.

Fundación con la base

Talento gallego e internacional. Otra de las propuestas de Impronta Sport que, sin embargo, no se había incluido en el borrador del convenio, era la de convertir la escuela de fútbol en una fundación. La finalidad era la de congregar parte del talento de Galicia e incluso fichar jóvenes de Latinoamérica que podían ser interesantes a corto plazo, tanto para el primer equipo como para su venta. La meta era que los conjuntos llegasen a competir en División de Honor.

Gestión de la entidad

Poder absoluto. En un primer momento, Impronta Sport exigió al Boiro que le cediese la gestión integral del club, lo que incluía la confección de las plantillas y cuerpos técnicos de todas las categorías, así como la puesta en marcha de convenios, patrocinios y artículos de promoción del club. Este fue uno de los puntos que echó atrás la firma de Places, que obligó a cambiar el texto para que las decisiones se hiciesen de forma conjunta entre la directiva de la entidad e Impronta Sport.

Negocios paralelos

Ingresos. A pesar de que tampoco estaba incluido en el convenio, Impronta Sport, de motu propio, quería aprovechar su llegada a Galicia para diversificar sus inversiones entre el sector servicios y el de la construcción.

Places desestimó otras ofertas que buscaban el control del club

El presidente del Boiro, David Places, reconoció que la oferta del supuesto grupo inversor mexicano no fue, ni mucho menos, la única que recibió en las últimas semanas. Los teléfonos de los directivos de Barraña no dejaron de sonar desde el momento en que salió a la luz la deuda con los futbolistas y los problemas que existían entre el dirigente barbanzano y el regidor local, Juan José Dieste.

Una de las propuestas que recibió llegó por parte de un exfutbolista que vistió la camiseta de la selección española absoluta. El jugador, que contaba con el apoyo de empresarios nacionales, supuestamente se comprometía a hacerse cargo de la deuda, aunque exigía a su vez pasar a controlar el club en su totalidad a partir del curso 2018-2019. Esto echó atrás un posible pacto, ya que Places entendió que iba en detrimento de los propios socios y que de ninguna manera se aprobaría en asamblea.

Fue por ello por lo que Places se centró en cerrar el pacto con los mexicanos. En la carta de intenciones firmada sí aparece la fecha límite de las 12.00 de la mañana del viernes, cuestión que negaron desde Impronta Sport.

Frente común con el Gavá para hacerse escuchar en la federación

Boiro y Gavá son, a día de hoy, los dos equipos de Segunda División B que descienden de categoría por la vía administrativa. Sin embargo, todo apunta a que sus directivas pelearán para que la Real Federación Española de Fútbol dé marcha atrás al proceso que empezó el pasado viernes, cuando ninguno de los clubes fue capaz de saldar la deuda contraída con sus futbolistas.

Los presidentes de ambas entidades tuvieron un primer contacto este lunes, tal y como afirmó el propio Places. Antes de dar ningún paso, en el Boiro esperarán por una respuesta sobre la petición de una moratoria que enviaron el lunes de la mano del abogado Javier Picallo. Sin embargo, si ven que la federación no mueve ficha, no descartan abrir un frente común para que sean escuchados.

Según le aseguró el dirigente del Gavá a David Places, los catalanes contaban con una deuda de unos 50.000 euros con sus jugadores. El objetivo del club era abonar esta suma, aunque la transferencia, que llegó desde Estados Unidos, supuestamente quedó bloqueada hasta este lunes, por lo que no se pudo hacer el ingreso a tiempo.