Catorce mil culpables para la muerte de Sampedro

La Voz

BARBANZA

CARMELA QUEIJEIRO

La recogida de firmas buscaba que nadie fuera acusado de ayudar a morir al sonense

18 jun 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

A estas alturas de 1998, cuando habían transcurrido cinco meses de la muerte de Ramón Sampedro, las dependencias judiciales de Ribeira, en las que se instruía el caso, recibían nada menos que cuatro carpetas con las firmas de catorce mil personas de diversos lugares del mundo que se autoinculpaban de la muerte del tetrapléjico sonense. La campaña de recogida de rúbricas había sido llevada a cabo por la Asociación Derecho a Morir Dignamente y entre los que se habían sumado había ciudadanos de Francia, Portugal y Sudamérica, así como varios famosos.

Se buscaba, por una parte, que nadie acabara siendo acusado de ayudar a morir a Sampedro, tal y como ocurrió finalmente pese a que el tema estalló años después, cuando Ramona Maneiro reconoció haberle suministrado el veneno. Y, por otra, Derecho a Morir Dignamente quería promover una iniciativa popular a favor de la eutanasia. Pese a los años que han transcurrido, esta reivindicación sigue vigente.