La excelencia de Isabelle Huppert en la gran obra de Paul Verhoeven

víctor rodríguez

BARBANZA

cedida

La actriz trabaja por primera vez a las órdenes del director que la impulsó a elegir su profesión

30 sep 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

2016 • Francia, Alemania, Bélgica • Paul Verhoeven • Paul Verhoeven * Isabelle Huppert (Michèle Leblanc), Laurent Lafitte (Patrick), Anne Consigny (Anna), Charles Berling (Richard Leblanc), Virginie Efira (Rebecca) • Ella, traducción del título francés de la película, es Isabelle Huppert. La reservada esteticista de Claude Goretta en La encajera (1977), la errática empleada de correos de Claude Chabrol en La ceremonia (1995), la disciplinada profesora de piano de Michael Haneke en La pianista (2001). Y a partir de ahora, la dura y agresiva ejecutiva de Paul Verhoeven en Elle (2016).

Es la mejor obra del realizador -Delicias turcas (1973), Eric, oficial de la reina (1977), El cuarto hombre (1983)- desde que abandonó su país natal a mediados de los ochenta para realizar en Hollywood, salvo con Instinto básico (1992), películas ya convertidas en clásicos del género de la ciencia ficción como RoboCop (1987) y Desafío total (1990).

Un filme diferente

Basada en la novela Oh? de Philippe Djian, reconocida en 2012 con el Premio Interallié, era para Verhoeven «una oportunidad de hacer algo muy diferente a cualquier cosa que haya hecho antes», lo que le llevó a rodarla en Francia debido a la dificultad de hacerlo en Estados Unidos por su contenido violento. «Nunca podría haber hecho la película allí con este nivel de autenticidad», sentencia.

Bajo las influencias de 8 y medio (Federico Fellini, 1963), La regla del juego (Jean Renoir, 1939) y Sed de mal (Orson Welles, 1958), tras competir Verhoeven por segunda vez en su carrera por la Palma de Oro en su estreno en el festival de Cannes -donde recibió una ovación de siete minutos y los elogios de la crítica-, y su reciente paso por la sección Perlas del festival de San Sebastián, se estrena en nuestras carteleras siendo la elegida para representar a Francia en la carrera por el Óscar a la mejor película de habla no inglesa.

Sin ocultar los paralelismos que existen con Bella de día (1967) de Luis Buñuel, una de las películas favoritas de Verhoeven, la reacción de Michèle Leblanc (Isabelle Huppert) a lo que le sucede suscitará debate. Pero para el director: «¡Es una historia, no la vida real, ni una visión filosófica de la mujer! Que esta mujer en particular reaccione de esa manera, no significa que todas las mujeres deban hacerlo. Pero Michèle lo hace. Y mi trabajo consiste, por encima de todo, en dirigir esta historia de la forma más real, interesante y creíble posible. Gracias especialmente a Isabelle Huppert, que con su increíble interpretación consigue que la actitud de su personaje resulte totalmente convincente».