Por si acaso

Estevo Silva Piñeiro SOSPECHOSO HABITUAL

BARBANZA

13 jun 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

oluble. Como el humor o el tiempo. Así nos sentimos muchos ante la perspectiva de nuevas elecciones. Por una parte me entusiasma la idea de ver como los acontecimientos se precipitan como un río embravecido hacia su catarata; por otra me invade la pereza de volver a leer -y escribir- sobre lo mismo dos semanas más. Recuerdo que hace unos cuantos meses charlaba en el mítico Bocacho de Boiro con dos amigos más experimentados que yo en la vida y en todo en general, y ambos estaban convencidos de que lo acontecido en las plazas españolas y más tarde en las elecciones europeas era flor de un día. No hemos tenido la ocasión de volver a charlar sobre el tema y me pregunto si seguirán pensando del mismo modo. Los que parece que sí siguen pensando igual son las dos grandes maquinarias políticas tradicionales, que no se molestan ni en cambiar de discurso -literalmente- y se dedican a repetir los mítines de hace medio año. Es comprensible; uno de ellos ya tiene a sus creativos ocupados en parecer que no se ahogan entre ese mar de marrones y denuncias -el último, el juicio al PP de Lugo por llevar a ancianos seniles a votar, es de traca aunque no es nada nuevo-, y el otro que ya no sabe ni donde está ni quien es, si es de izquierdas, de centro o de derechas. Al menos ambos se han puesto de acuerdo en una cosa: hacer frente común contra el monstruo que se avecina con la hoz en la mano. Y así estamos, en la penúltima gran ofensiva, esperando ansiosos a ver quien mete la pata o quien suda más en el debate. Estoy seguro que pase lo que pase las máquinas trituradoras de papel estarán encendidas, por si acaso.