El talentoso centrocampista vilagarciano dio un salto de calidad durante el final de la pasada campaña, sosteniendo la columna vertebral del equipo boirense
08 ago 2015 . Actualizado a las 12:48 h.El curso pasado fue un año convulso en Barraña. Todavía no existe una respuesta clara para explicar como un equipo diseñado para pelear por el ascenso pudo sufrir tanto para mantener la categoría hasta el penúltimo encuentro. Pablo Pillado fue uno de los jugadores que resultó airoso de esa tormenta, pero también salió rejuvenecido. Fue una prueba de fuego que superó con nota, recuperando su mejor juego y recordando a aquel juvenil que despuntó en las categorías base del Celta y más tarde en el Ourense y en el Arousa.
Ahora comienza una nueva temporada, con un proyecto igual de ilusionante que el pasado. Cambian de nuevo las riendas del conjunto, tomadas ahora por José Luis Lemos. «Estamos muy ilusionados, las sensaciones son muy buenas», asegura el talentoso centrocampista. Su objetivo para esta temporada es repetir los compases finales del campeonato anterior: «Quiero mantener el nivel que conseguí al final», reconoce a la que se fija un estimulante reto personal: «Me gustaría terminar la temporada aportando algo más de gol».
El pasado curso Pablo Pillado se vio obligado a jugar muy lejos del área rival. Los conjuntos contrarios apretaban muy arriba la salida de balón de los boiristas y, ante la ausencia de un pivote defensivo que diese el primer pase, él era el encargado de recibir el balón para desatascar el centro del campo.
El vilagarciano maneja el registro del perfecto centrocampista: visión de juego, gran golpeo en largo, cambio de ritmo y un dinámico juego entre líneas que recuerda al famoso centrocampista madridista Luka Modric.
Tras la vorágine de fichajes realizados este año por su equipo tendrá más competencia que nunca en la media blanca, aunque su carácter competitivo le obliga a aceptar reto con estímulo.
Su actual entrenador reconoce su calidad: «Técnicamente tiene un nivel altísimo». También su excompañero Adrián Armental, futbolista con el que compartió vestuario el año pasado, solo tiene buenas palabras para hablar del vilagarciano: «Pablo es un jugador fundamental». Lo cierto es que Pillado ha recuperado la sonrisa en Boiro, y este año espera que venga cargado de éxitos.