Se abre la veda y no hay peces

J.?Antonio Ventoso PROFESOR

BARBANZA

16 sep 2014 . Actualizado a las 13:04 h.

El inicio del curso 2014-15 coincide con luna en fase menguante e intermareales con grandes oscilaciones. Suena horroroso el discurso chicharrero de la Consellería de Educación, porque reitera de modo monotemático una sola nota. En Galicia la educación va bien, a pesar de los recortes, de la reducción de profesores, del aumento de alumnos por aula y el racaneo de fondos a los centros.

La cuestión no es la Lomce, ni debatir sobre defectos y virtudes -que los tiene como ocurre con cualquier ley orgánica del sector-. La cuestión es otra: cómo hacer frente al mayor fracaso escolar de Europa, a los peores resultados de evaluación de competencias, o a la mas baja eficiencia de un sistema educativo dentro de la OCDE -relación entre fondos dedicados a la educación y resultados obtenidos- sin un pacto escolar con la comunidad educativa -asociaciones de padres, profesores, alumnos, partidos y ayuntamientos-. ¿Cómo va conseguir credibilidad?

La Administración educativa impone un nuevo modelo con menos recursos, menos docentes, sin explicar al profesorado los nuevos objetivos educativos, así como que nuevos medios va a poner a su disposición para lograrlos. No es cuestión de más recursos económicos, aunque también, ni siquiera de ratios alumno/profesor, aunque influye, sino de convencer a la sociedad de que la Xunta apuesta por un nuevo modelo educativo y está dispuesta a su debate con la sociedad. A falta de compromiso, buenas son tortas. Cada familia es saqueada y sangrada si desea de sus hijos una participación beneficiosa de la EDUCACIÓN (con mayúscula) único instrumento de igualdad social.

Las cuentas no salen, una media de 400 euros por hijo -tirando a lo bajo- con salarios reducidos y paro galopante, van a impedir a muchos alumnos la compra de libros, participar en actividades extraescolares y competir en igualdad de condiciones con los que tienen mas recursos.

La educación se deteriora, no solo por la reducción de fondos, sino por la falta de convicción de las autoridades de apostar por ella como herramienta útil de cohesión social. Desde esta perspectiva poner en marcha la Lomce a trozos o en tramos es indiferente. El objetivo no es la mejora del sistema, sino evitar la sobrecarga del mismo parche a parche.