Porto do Son vivió la Feira Celta más concurrida que se recuerda

raquel iglesias RIBEIRA / LA VOZ

BARBANZA

monica ferreiros

Miles de personas se teletransportaron al pasado por las calles de la villa

28 jul 2014 . Actualizado a las 07:00 h.

El fin de semana no cabía un alfiler en Porto do Son. Una auténtica marea humana se dio cita en la villa marinera con motivo de la Feira Celta, la más concurrida que se recuerda. Así lo aseguró el alcalde, Luis Oujo, quien ayer se mostraba más que satisfecho con el resultado de una celebración que se programa con mimo para encandilar al visitante. Circular por algunas calles era una auténtica odisea, sobre todo cuando el sol ya no estaba en lo más alto y el calor no apretaba demasiado. Mucha gente optó por dividir el tiempo de ocio entre la playa y la fiesta. Los arenales sonenses también fueron un hervidero de gente al registrarse temperaturas que rondaron los treinta grados.

La combinación de buen tiempo y Feira Celta ha sido realmente explosiva y ni siquiera en el Concello se imaginaban que tanta gente se acercaría a la villa. La celebración ha dado aliento a la hostelería en un tiempo de crisis en el que toda la ayuda es poca. «Os hostaleiros están realmente contentos, nalgunhas terrazas foi moi difícil atopar un oco libre», añadió el regidor.

Actuaciones por doquier

Si por algo gustó la Feira Celta fue por el gran número de actuaciones que se ofrecieron en las calles. Bufones, duendes y todo tipo de personajes inimaginables consiguieron teletransportar a los visitantes al pasado. Los más pequeños disfrutaron de un modo muy especial.

El concierto de Wyrdamur fue uno de los actos más aplaudidos. La música se prolongó durante horas hasta bien entrada la madrugada para el disfrute de los más festeiros.

Falta un año para que la Feira Celta vuelva a llegar al calendario, pero los sonenses y turistas todavía tienen celebraciones por delante. Una de las más destacadas rendirá culto al pulpo, uno de los platos estrellas de esta tierra.

Habrá que esperar para conocer el balance de visitantes que durante este fin de semana recorrieron las calles de la villa, pero parece que la cifra tendrá varios ceros a juzgar por el bullicio que se registró durante todos los días y por las imágenes que ya quedan para el recuerdo. La Feira Celta de Porto do Son ya es un referente de entre todas las celebraciones de Galicia que apuestan por ofrecer un viaje inolvidable al pasado.

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«Os hostaleiros están realmente contentos, nalgunhas terrazas foi moi difícil atopar un oco libre»

Luis Oujo