Los responsables de la Cofradía de Pescadores de Porto do Son ya no saben que hacer. Hace unos días, la lancha de Salvamento Marítimo Regulus dejó en la dársena de la localidad el cadáver de una ballena de unos seis metros de longitud. Desde el pósito se trabaja intensamente para que la Administración retire el cuerpo cuanto antes del lugar, debido al estado de descomposición en que se encuentra. Además, desprende mal olor, lo que hace insoportable estar en las proximidades. El dirigente de la entidad, Tomás Fajardo, comentó que nadie quiere hacerse cargo del animal y los marineros sonenses no tienen por qué aguantar esta situación. El Concello informó a la Cofradía de que no tenía medios para retirar la ballena y, además, no es su competencia. El cetáceo fue avistado el viernes a unas veinte millas de Monte Louro por un pesquero que dio aviso a Salvamento. Biólogos de Cemma aseguraron que se trata de una ballena roncual de un peso aproximado de 1.800 kilos. Después de su estudio, comunicaron a la Consellería de Medio Ambiente que ya se podía retirar. A pesar del tiempo transcurrido, el cuerpo sigue en el mismo sitio.