La delantera vilagarciana se despidió del que ha sido el quinto club de su larga carrera en Primera División, tras dos años defendiendo la camiseta verdiblanca
07 jun 2022 . Actualizado a las 21:13 h.«Una etapa llega a su fin. Me voy feliz de haber perforado la portería vestida de verdiblanco, pero sobre todo, de haber defendido las 13 barras hasta el último momento, dejándome el alma en cada partido». Con estas palabras abría a primera hora de la tarde de este martes Mari Paz Vilas (Vilagarcía de Arousa, 1 de Febrero de 1988) la carta pública con la que se despedía, a través de sus cuentas en redes sociales, del Real Betis Féminas. Un club en el que compitió durante unas dos últimas temporadas que, como ella misma recoge en su misiva, «no han sido nada fáciles», dejando entrever su falta de sintonía con los responsables de la sección femenina de la entidad andaluza: «Quería agradecer a cada una de mis compañeras por viajar conmigo estos dos años que no han sido nada fáciles y solo nosotras sabemos lo que hemos sufrido y a lo que nos hemos sobrepuesto para defender este escudo por encima de todo. A vosotras os deseo todo lo mejor».
En su capítulo de agradecimientos, Mapi también tiene buenas palabras para «las personas que han confiado en mí […] y las que han estado a mi lado día a día», también para «cada uno de los trabajadores que hacen que nuestro día a día haya sido más fácil» y, en último término, para la afición verdiblanca, de la que la vilagarciana cuenta: «Sin vosotros el camino hubiese sido en muchas ocasiones casi imposible de superar. Os debemos mucho» y, en su caso particular, el hecho añadido de que, dice, «me habéis enseñado el sentimiento bético y es brutal. Habéis pintado un trocito de mi corazón en verde».
Tras las palabras de Mari Paz Vilas parece esconderse un balance deportivo muy distinto al que manejaba en sus planes la gallega cuando en el verano del año 2020 ponía fin a siete temporadas en las filas del Valencia, club del que salió convertida en jugadora histórica, en busca de un equipo en el que volver a aspirar a codearse entre los mejores de la élite del balompié femenino español. Una Primera División en la que Mapi ha acumulado ya 16 temporadas y en la que, a sus 34 años, parece presumible que vuelva a encontrar nuevo destino.
En su paso por el Real Betis, la punta vilagarciana estuvo lejos de los cerca de 20 goles de sus mejores años en el Valencia. En la Liga 2020/21 firmó media docena de tantos y repartió dos asistencias en 2.023 minutos, jugando 32 partidos, con su equipo sufriendo para mantenerse en Primera División. Este último curso Mari Paz Vilas elevó sus prestaciones, acabando pichichi del Real Betis con 8 goles además de 3 asistencias en 1.701 minutos, distribuidos en 22 partidos, lastrada por problemas físicos a comienzos del presente año. Con el Real Betis acabó en mitad de la clasificación, en el noveno puesto fruto de 31 puntos de 90 posibles.