Un hombre ingresa en prisión por abusar de su hija menor de 16 años en Vilagarcía
VILAGARCÍA DE AROUSA
La víctima denuncia que su padre pretendía enseñarle «cómo se hacía» y amenazó con tratar del mismo modo a su hermana pequeña cuando creciese
21 ene 2022 . Actualizado a las 16:16 h.La investigación todavía debe desarrollarse, pero la denuncia que hace unos días presentó una adolescente contra su propio padre es de tal gravedad que, tras estudiar los indicios existentes, la titular del Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 3 de Vilagarcía de Arousa decretó sin demora el ingreso en prisión del acusado. La joven describe una situación de denigración y absoluta asfixia que se abatió sobre ella cuando tenía menos de 16 años, para prolongarse durante meses. Relata que su progenitor comenzó a practicarle tocamientos para, con el paso del tiempo, incrementar la intensidad de sus abusos. Según su testimonio, tuvo que soportarlo sin que su madre se percatase de lo que estaba sucediendo. Entre otras cuestiones, porque los ataques tenían lugar cuando la mujer estaba fuera de casa; en varias ocasiones, mientras desempeñaba su puesto de trabajo. Para apretar todavía más el nudo, la muchacha debía digerir la amenaza de que lo mismo le sucedería a su hermana pequeña en cuanto creciese.
De acuerdo con la denuncia, las agresiones comenzaron hace unos tres años y cesaron meses más tarde. Al principio se trataba de roces y tocamientos libidinosos cuando la niña estaba en la ducha. Pero la cosa fue a peor y condujo a episodios muy duros. La explicación que, afirma la víctima, le transmitió su padre en un momento dado provoca escalofríos: «En una ocasión, le dijo que lo mismo que le enseñaba a hacer a ella se lo enseñaría a su hermana cuando creciese», recoge el auto de prisión.
La adolescente explicó en su declaración que a partir de entonces añadió a la preocupación por su propia suerte la que podría correr su hermana. De ahí que, además de apartarse de su padre y evitar que los abusos prosiguiesen, mantuviese una actitud vigilante para impedir, en la medida de sus posibilidades, que la pequeña se quedase sola con su progenitor. De alguna forma, sus precauciones debieron de surtir efecto, puesto que aquellos episodios se detuvieron.
La defensa del acusado solicitó para él la concesión de la libertad provisional, argumentando que no existen pruebas forenses que acrediten los abusos y que la denuncia se presenta dos años después de los supuestos ataques, coincidiendo con el proceso de divorcio en el que están inmersos los padres de la teórica víctima. El letrado subraya, además, que ni la madre ni la hermana pequeña observaron nada, ni tan siquiera sospecharon que pudiese darse una situación así.
La jueza, sin embargo, entiende que existen indicios fundados de la comisión del delito y que el testimonio de la menor es coherente y veraz, sin que se aprecie en él contradicciones. Tampoco encuentra motivos que puedan haber llevado a la adolescente a inventar una historia semejante. Es más, señala que su padre, si bien negó los hechos, no ofreció ninguna explicación sobre una hipotética motivación espuria de su hija para culparlo de algo tan grave. En resumidas cuentas, el hombre ingresó en prisión provisional, acusado de un delito de abuso sexual a menor de 16 años agravado por el carácter de las prácticas a las que la muchacha fue sometida y la relación de parentesco entre ambos. La petición de cárcel puede oscilar entre los ocho y los doce años.
Fianza de diez mil euros
Por lo demás, al individuo se le ha prohibido taxativamente que se comunique por cualquier medio con su hija. En caso de que reúna la fianza de diez mil euros que le ha impuesto el juzgado vilagarciano, tampoco podrá aproximarse a menos de doscientos metros de su domicilio, su centro de estudios o cualquier lugar en el que ella se encuentre mientras dure la instrucción. Las mismas medidas rezan para su hermana.