La oleada de robos en cafeterías de la comarca afecta al Zas y a Casa Samuel

a. garrido / s. gonzález VILAGARCÍA / LA VOZ

VILAGARCÍA DE AROUSA

MARTINA MISER

En solo treinta segundos pudieron entrar en los locales y desvalijar las tragaperras. Los asaltantes utilizaron una maza para hacer un agujero de buen tamaño en la luna

07 nov 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

«Un vecino me dijo que oyó algo parecido a cuatro o cinco disparos y cuando se asomó a la ventana ya solo pudo ver un coche escapando a toda velocidad». El propietario de la cafetería Zas no daba crédito a lo que había sucedido en apenas treinta segundos en su establecimiento. Ese fue el tiempo que necesitaron los ladrones para romper la luna, reforzada, de su cafetería, reventar la máquina tragaperras y marcharse con el botín a toda velocidad en busca de su siguiente víctima. No tuvieron que recorrer muchos kilómetros. Apenas una decena hasta Casa Samuel, local de Vilanoviña, en el que probablemente los mismos cacos volvieron a dar otro golpe. En esta ocasión forzaron la puerta con una palanca y se colaron en el local para volver a hacer de las suyas. Un botín importante: se hicieron con lo que tenía la tragaperras y, también, con el cambio que había quedado en la casa registradora.

Quince años

Hacía quince años que en Casa Samuel no se despertaban con un disgusto semejante. El conocido establecimiento, donde la diosa Fortuna es clienta asidua en forma de premios de lotería, está en obras y se ha trasladado de manera provisional a un local que está enfrente y que, evidentemente, no contaba con las mismas medidas de seguridad.

Y si en Casa Samuel habían tenido suerte últimamente, no sucede lo mismo en la cafetería Zas. Tres robos ha sufrido en los últimos años y los tres, curiosamente, en el mes de noviembre. Su propietario sospecha de un par de individuos que estuvieron antes de ayer en el local, demasiado pendientes de dónde estaban ubicadas las cámaras de seguridad. A pesar de que durante el robo iban tapados y no se les podía reconocer sí que, al parecer, llevaban una ropa muy parecida a la de los cacos que asaltaron el local durante la madrugada. En este caso sí que había unas notables medidas de seguridad y, de hecho, asegura su propietario que la policía llegó con celeridad, pero los cacos ya habían puesto pies en polvorosa.

Los robos de ayer en la cafetería Zas y en Casa Samuel se unen a los que no hace demasiados días se perpetraron en varios establecimientos de Carril, en el bar Pórticos -establecimiento situado también en el centro de Vilagarcía- y también en Vilaxoán. De hecho, fueron cazados in fraganti dos tipos cuando hace unos días salían de cometer su último delito. Los policías, que estaban patrullando el entorno de la zona lúdica de la TIR, se toparon con los dos sujetos, que portaban una bolsa de grandes dimensiones y en cuanto la abrieron pudieron comprobar el cuantioso botín, etílico en su mayoría. Otros cuatro sujetos fueron identificados en la estación de tren de A Coruña, con objetos y herramientas que tienen pinta de proceder de los mismos robos.

La sucesión de robos motivó que el alcalde de Vilagarcía, Alberto Varela, pidiera a la subdelegada del Gobierno que reforzara en la medida de lo posible la atención en la comarca. Una petición que ha sido atendida por la Subdelegación, que apuntó su decisión de trasladar a Vilagarcía a agentes de otras comisarías, en contra de la opinión de los sindicatos, que aseguran que esa no es la solución sino un parche en el que se desvían los recursos de un lugar a otro.